El CIS nos ilumina con un estudio sobre la valoración que los españoles
tienen de las diferentes profesiones. El titular surge cuando entre las peor
valoradas nos encontramos a la judicatura y a la prensa. Juez o periodista es
aquello que nadie querría para sus hijos. Lo de los magistrados me queda un
poco lejos, pero lo de la prensa no, y si bien los encuestados han convertido
en porcentaje la opinión de Billy Wilder al referirse a los periodistas: “Ese
atajo de pobres diablos con los codos raídos y los pantalones llenos de
agujeros que miran por la cerradura y despiertan a la gente para decirles qué
ha pasado, son esos que roban a las madres las fotos de las hijas que han sido
violadas en los parques ¿Y para qué? Al día siguiente el reportaje del periódico
sirve para envolver un periquito muerto”, a mí me gusta más refugiarme en el
papel de la prensa como portavoz de lo que sucede en la sociedad, la
investigadora de aquello que permanece oculto en las cloacas de cualquier Estado
o una agitadora de conciencias, y claro, huyo del viperino Wilder para
consolarme en la religión Fordiana y su honesto periodismo de ‘El hombre que
mató a Liberty Valance’, imprescindible para la construcción de una sociedad
saludable. ¡Ah! y en aquel muestrario épico en blanco y negro, recuerdo que la
justicia era el otro pilar para que todo esto no se nos venga encima.
Publicado en Diario de Pontevedra 9/03/2013
Imagen: Javier Cervera-Mercadillo
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