Ficha:
Toros de las Ganaderías de Carmen Lorenzo, San Mateo y San Pelayo. Bien presentados y ofreciendo excelente juego.
Andy Cartagena. Rejón y descabello (silencio), Rejón y descabello (dos orejas).
Diego Ventura. Rejón fulminante (dos orejas); Rejón fulminante (dos orejas y fuerte petición de rabo).
João Moura Jr. Medió rejón y rejón, dos descabellos (silencio); Doble rejón (una oreja).
Tercer festejo de la Feria de A Peregrina 2014 con casi tres cuartos de entrada.
Tras cinco años de ausencia de su cátedra universitaria en Salamanca,
Fray Luis de León al volver y reiniciar sus clases lo hizo con el ya famoso
«Como decíamos ayer...». Aquí no han pasado cinco años, sino que ha sido solo
un año desde que Diego Ventura y sus monturas dejaron sus huellas por nuestra
ciudad y como decíamos aquel día, ayer, el número uno mandó parar y todos
detrás de él.
Es asistir a su rejoneo y comprabar como la distancia del lisboeta es
abismal sobre resto del escalafón, solo Pablo Hermoso de Mendoza podría
discutirle la primacía, pero ayer no estaba Pablo Hermoso, sino que estaban
Andy Cartagena, con mala suerte en el primero y muy voluntarioso en su segundo,
y João Moura Jr., quien, pese a su empeño, todavía le queda mucho, muchísimo
por trabajar en el mundo del rejoneo.
Y es que Diego Ventura es quizás en estos momentos en todo el orbe la
única persona que es incapaz de salir caminando de una plaza de toros. Sus participaciones
se cuentan de cuatro en cuatro orejas, cuando lidia con dos enemigos, a sumar
orejas con cada toro que se le ponga por delante, y en no pocas ocasiones con
un rabo también entre las manos. La de
ayer fue una tarde para ello, pero el presidente, con buen criterio, desoyó la
petición masiva que el numeroso público asistente hacía sobre ese trofeo tras
una rotunda faena a su segundo, pero en el que falló con los rejones de salida,
y de conceder el rabo el presidente hubiera errado.
Si en su primer toro ya estuvo bien, colocando bien las suertes, con
ajustados lances y cruzando la montura entre el toro y las tablas, lo del
segundo fue espectacular al poner la plaza boca abajo ayudado con esos
magníficos caballos que monta y de los que se podría hablar desde su obediencia
y capacidad para hacer cosas que otros caballos no podrán realizar en toda su
vida. Uno tras otro iba intercambiando sus monturas al tiempo que entendíamos
porque es diferente el rejoneo de Diego Ventura sobre el del resto, vimos como
aguantaba a su enemigo en el pecho del caballo mientras los demás siempre lo
llevaban a la cola y como siempre cada caballo ofrecía algo más, incluso esos
discutibles mordiscos que ‘Morante’ acostumbra a dar a los toros y que no hacen
mucho por mantener el respeto que merece el astado. Pero ante esas bocanadas
que parecían salidas del Guernica de Picasso el público enloqueció y Diego
Ventura tenía todo de su parte para montar otro de sus líos habituales. Y lo
hizo con otra de sus cualidades distintivas, como es la de matar el toro a las
primeras de cambio. El flamear de pañuelos fue en aumento hasta pedirse el ya
citado rabo que el presidente, ya muy generoso en las primeras dos orejas,
denegó.
Estuvo bien Andy Cartagena, en sus dos faenas, la primera se fue al
traste al tardar en morir el toro y en la segunda, más acertado con el rejón de
muerte, se volcó en una faena más intensa y en la que estuvo muy a gusto, para
salir así a hombros por la puerta grande de Pontevedra junto a Diego Ventura.
Justo como hace un año, tal y como decíamos ayer...
Publicado en Diario de Pontevedra10/08/2014
Fotografía: Rafa Fariña
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