Rue Saint-Antoine nº 170
Literatura ▶ La
poesía renueva su abrazo eterno con Pontevedra a través de una
nueva colección editada en nuestra ciudad por el sello Urutau, que
inicia esta serie de poemarios enmarcados dentro de la colección
Avis rara con la antología de Alfonsina Storni, cuya compleja
intensidad en la creación y su suicidio en el mar dieron fama.
Alfonsina Storni |
Quizás todavía quede
un poco de esperanza en este mundo loco en el que vivimos cuando un
grupo de personas deciden poner en circulación una serie de títulos
referentes de la poesía desde Pontevedra. La calle Juan Bautista
Andrade, poeta local todavía por descubrir y valorar por muchos,
acoge la sede de este sueño poético que Elena Balboa, Wladimir Paz
y Marcus Daniel Cabada ponen en manos de la ciudadanía desde esta
Pontevedra cada vez más proclive y favorecedora de este tipo de
iniciativas inesperadas hasta hace bien poco tiempo.
Y digo poner en
nuestras manos porque hay libros que son una caricia, por su edición,
por su formato, por su contenido, se dejan acariciar y poseer, y esto
es lo que sucede con el primer volumen de la colección Rara avis. Un
conjunto de 72 poemas que puedes transportar cómodamente, que te
pueden acompañar en cualquier instante del día como un refugio,
porque eso es mucho de lo que se esconde bajo la poesía de la
argentina de origen suizo Alfonsina Storni. La poesía entendida como
un refugio, un bálsamo para el ser humano que tantas veces se
enfrenta a toda una serie de estados de ánimo y circunstancias
vitales complicadas de digerir, y en las que en ocasiones, la
palabra, la escritura o la lectura, sirven de amparo ante las
tormentas.
«Yo juego con la
tristeza azul» dice Alfonsina Storni en ‘Vida’, el primero de
los poemas de la cuidada selección hecha por los editores que
refleja perfectamente el latido de su poesía, y es que su poesía
tiene esa carga de tristeza que se le pegó siempre a la vida de la
poeta. Una sensación de abandono permanente, un desaliento vital que
finalizó con su suicidio en el mar, según se cuenta adentrándose
lentamente en sus aguas, renovando así ese hilo de malditismo que
muchos creadores evocan desde su poesía. Cuarenta y seis años vivió
Alfonsina Storni. A los once ya se vio obligada a trabajar tras la
prematura muerte de su padre, de carácter depresivo y alcohólico.
Madre soltera por su relación con un hombre casado, en su poesía
fue dando salida a todas esas situaciones. Con veinticuatro años su
primer poemario, ‘La inquietud del rosal’ (1916), al que
seguirían: ‘Irremediablemente’ (1919), ‘Mundo de siete pozos’
(1934) o ‘Mascarilla y trebol’ (1938), entre otros. Su fama
aumentaba. Conoce a García Lorca, a Amado Nervo a Gabriela Mistral.
Alejada de modas o movimientos su poesía es un puro canto a su
intimidad, a las circunstancias de la vida y cómo estas se pueden ir
sometiendo, casi domesticando, desde la poesía y la palabra. Las
heridas se siguen sumando y la muerte se convierte en una constante
en su obra. Una luctuosa meta de la que la poeta decía que
atravesaría pronto. «Tengo el presentimiento que he de vivir muy
poco», es el agitado comienzo de su poema ‘Presentimiento’. El
cansancio de la vida, las ilusiones rotas y una suerte de
incompatibilidad con la vida marcarán su obra en los años finales,
sobre todo tras la detección de un cáncer de mama y la extirpación
de un pecho.
Los editores mostrando varios ejemplares del poemario de Alfonsina Storni (José Luiz Oubiña) |
Ya todo abocaba al
trágico final que asomaba en sus poemas. Pero su firmeza la hizo
gestionar hasta ese remate. En octubre de 1938 se instala en Mar del
Plata y allí mismo escribe una carta de despedida a su hijo, y al
diario ‘La Nación’ un soneto titulado «Voy a dormir», que es
el que se utiliza en esta nueva edición para cerrar el libro. Un
hermosísimo poema que se puede leer una y mil veces, y al que es
imposible separar de la imagen de la poeta adentrándose en el mar
poco a poco para acabar con su vida. Según otros lo hizo lanzándose
desde el espigón de la playa de La Perla, la única realidad es la
que devolvió el mar la mañana siguiente, el cuerpo de Alfonsina
Storni que quedó inmortalizado con una escultura en ese mismo lugar.
‘Alfonsina Storni.
Carta lírica a otra mujer’, que ahora la brasileña editorial
Urutau pone en circulación nos ofrece toda esa poesía tan hermosa
como desalentadora, pero con una capacidad de atracción como pocas
obras poéticas. Poesía de calidad que tiene a Pontevedra como
transmisor, pocas ocasiones mejores para apoyarnos en esta ráfaga de
esperanza.
Publicado en Diario de Pontevedra 17/06/2019
Ningún comentario:
Publicar un comentario