ES
UNO DE los grandes iconos del arte del siglo XX. Andy Warhol convirtió la
sociedad de consumo americana, la del capitalismo y el universo de las
estrellas que admiraba la población, en un proyecto artístico que dinamitó
muchas de las convenciones del arte mundial. La publicidad, el cine, la música,
el exceso, la provocación, el desafío, prácticamente todo tenía cabida en sus
trabajos sometidos a un constante proceso de experimentación.
Tenemos
durante estos días de encierro una excelente oportunidad desde nuestros
ordenadores para acercarnos a la gran exposición que la Tate Modern de Londres
le dedica hasta el 6 de septiembre, en la que es la mayor muestra dedicada a su
genio en Europa. Por supuesto que allí están sus imágenes de Marilyn Monroe y
Lyz Taylor, las de la sopa Campbell’s y la Coca-Cola, pero también otras muchas
obras que no son frecuentes encontrar en sus exposiciones, como su serie de
‘Ladies and gentelmen’, su instalación de nubes de plata o varias de sus
experiencias con el vídeo. En la página web de la institución londinense
(www.tate.org.uk) podemos encontrarnos todas las obras que forman parte de la
exposición, así como un vídeo con los comisarios de la muestra en la que a
través de un recorrido virtual por las doce secciones de la exposición poder
conocer en profundidad a quien revolucionó el panorama del arte en la segunda
mitad del siglo XX, entendiéndolo como una prolongación más de la sociedad.
Popularmente radical y radicalmente popular Andy Warhol redimensionó las
posibilidades del arte dentro de un ambiente de grandes y vertiginosos cambios
sociales, políticos y tecnológicos.
La
propia figura del autor, los sueños, el universo pop, su estudio conocido como
‘The factory’, las nubes plateadas, sus experimentos con el vídeo y la
performance, su cuerpo tras un intento de asesinato, la serie de ‘Ladies and
gentelmen’ en la que representa a transexuales negros, su recuperación de
iconos de la sociedad americana y una curiosa serie final con La última cena de
Leonardo, son las protagonistas de una de las grandes citas artísticas de este
año tan especial.
En
definitiva, la obra de este personaje esencial del arte del siglo XX, nacido en
1928 y que muere en Nueva York en 1987, al alcance de unos pantallazos.
Nuestros ordenadores son ventanas abiertas al mundo y, aunque tengamos que
estar confinados, las posibilidades para seguir descubriendo y visitando
propuestas interesantes del mundo de la cultura es inmensa. Pocos como Warhol
para entender este mundo disparatado en el que los virus son un enemigo más de
una sociedad que nosotros mismos hemos ido construyendo, tantas veces sin
pensar en nosotros mismos.
Publicado en Diario de Pontevedra 15/04/2020
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