Rue Saint-Antoine nº 170
Literatura. El escritor y filósofo
Fernando Savater visita toda una serie de lugares fundamentales para conocer la
obra de una selección de escritores. Entre ellos, Ramón Mª del Valle-Inclán,
gracias al que el autor se aproxima y recorre gran parte de los escenarios
pontevedreses en los que Valle-Inclán dejó una huella aún vigente hoy en
día.
‘AQUÍ VIVEN LEONES’ es el título
escogido para dar nombre a los ocho grandes ambientes en los que otros ocho
escritores de talla mundial alumbraron su inmensa obra. Zweig, Agata Christie,
Poe, Alfonso Reyes, Flaubert, Leopardi, Shakespeare o Valle-Inclán, son las
ocho excusas que le sirven a Fernando Savater para recorrer esas geografías
íntimas. Lo hace junto a la que fue su compañera, Sara Torres, fallecida durante
el proceso de elaboración del libro, y que ya había participado de una idea
similar pero en un formato televisivo que no tuvo continuidad. Eso ha derivado
en el libro que ahora la editorial Debate ha publicado de una manera primorosa,
ya que junto con los textos, se incluyen varias ilustraciones, tanto de los
escenarios como de sus vidas en formato cómic a cargo de Anapurna, seudónimo de
Ana Sainz, lo que alivia de manera considerable lo que podría pensarse
como unos textos extremadamente densos sobre la obra y vida de cada uno de los
autores. Pero Fernando Savater muestra su faceta más divulgativa, y los textos
son livianos pero a la vez enganchan al lector a esas vidas y esos rincones que
uno ya desea recorrer con el libro bajo el brazo.
‘De corazón para tu alma’. Es la tan
breve como intensa dedicatoria de Fernando Savater a la inspiradora del libro,
a quien corregía textos y preparaba los itinerarios que realizar alrededor de
cada uno de los protagonistas. Porque el libro no deja de ser una visita a las guaridas
de esos leones de la literatura, a unos refugios en los que tras masticar la
realidad regurgitaban en literatura lo que su mente producía. Leones
inseparables de su hábitat. Y entre la manada, uno de estirpe pontevedresa,
nacido en Vilanova de Arousa, que pasó varios años en aquella Pontevedra de
finales del siglo XIX y en la que publicó su primer libro, pero también la
misma de cuyas sensaciones no se alejó nunca para regresar como un viejo león a
Compostela a morir un 5 de enero de 1936. Hace 80 años.
Las casi treinta páginas dedicadas al
«Don Ramón de las barbas de chivo», como le describió su amigo Ruben Darío, son
un delicioso recorrido por su vida repleta a partes iguales de leyendas y
rutinas. Desde su polémico nacimiento en medio de la ría entre Vilanova de
Arousa y A Pobra do Caramiñal, pasando por sus estudios compostelanos y
pontevedreses, su marcha a México y el Caribe y su regreso de nuevo a
Pontevedra, donde residió y en la que «paseaba por la alameda de Pontevedra su
aire largo y afilado, que por esos primeros días se dota de algunos aspectos
que van a ser de entonces en adelante característicos: la barba y la melena
que, como su renombre, irán a partir de ese momento creciendo más y más».
También en la que se da de bruces con
la literatura europea y en especial la francesa que se recibía de manera
vanguardista en la Casa
de los Muruais donde el escritor participaba de una tertulia. Autores como
D’Annunzio, Victor Hugo, René Ghil o Baudelaire moldearon una literatura que
junto con los exotismos caribeños y el modernismo fructificó en su primer libro
impreso en la Imprenta
de los Landín en 1895, ‘Femeninas’.
Pequeña ya Pontevedra para su talento,
toca Madrid, donde entre tertulias, noches de bohemia y escándalos, el escritor
gallego buscaba su sitio. Ya manco y con graves problemas económicos los
artículos en esa prensa que «avillana el estilo» iban aliviando sus finanzas
siempre precarias. Llegan las Sonatas, las Comedias bárbaras, y al final del
callejón, el esperpento. Nace ‘Luces de bohemia’, o lo que es lo mismo, la
mejor obra del teatro español del siglo XX. Ahora sí, famoso, pero pobre,
México le reclama como en el cierre de un círculo. El país que visitara en sus
inicios le llama para hablar en la Universidad , y de nuevo pisa La Habana , y otra vez en la
guarida, a vomitar lo comido, otra obra maestra, ‘Tirano Banderas’.
Cada vez más desafiante con la vida se
acerca el final, diferentes nombramientos como la dirección de la Academia de Bellas Artes
en Roma. Llega a Compostela para ingresar en la clínica de su amigo el doctor
Villar. No abandona las tertulias y el Derby acoge su ilustre presencia entre
sus características mesas y azulejos hasta ese 5 de diciembre de 1936 en que
fallece.
Toda esa vida Fernando Savater la
condensa en un delicioso texto que, como en el caso de los otros
compañeros de expedición, le lleva a pisar esos mismos itinerarios, registrando
lo recorrido con fotografías que forman parte así de un álbum de lo vivido.
Fernando Savater ante la casa natal de Valle-Inclán o en el café Derby de
Compostela son el principio y final de una vida pero también de un texto sobre
un fabulador a cargo, al fin y al cabo de otro fabulador. Palabras que se van
sucediendo para registrar las vidas de esos escritores que nos han llevado a
amar la literatura o, como bien apunta Fernando Savater en el prólogo, palabras
que debemos entender como «un pretexto para volver sobre su obra y recaer en el
placer que nos causa, pero ahora con un decorado y un paisaje que nos permiten
quizá comprenderla mejor... ¡o que nos intrigan aún más sobre el hechizo que
encierra!»
Fernando Savater recorrió esos puntos
cardinales en la geografía física y literaria de Valle-Inclán, tocó este
granito esculpido por lluvias y musgos durante siglos para sentir el alma de un
genio, de un poderoso león que como pocos rugió desde estas tierras para
dejarnos carne literaria suficiente como para que la mastiquemos durante toda
la vida, tan sabrosa que, como vemos, todavía permite nuevas aproximaciones,
nuevas lecturas gracias a Fernando Savater y a su inolvidable Sara Torres.
Publicado en Diario de Pontevedra 11/01/2016
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