Rue Saint-Antoine nº 170
Literatura ▶ La
publicación en formato facsímil de uno de los textos más
singulares y personales de Valle-Inclán, ‘La lámpara
maravillosa’, a cargo de la editorial Alvarellos, permite tener en
nuestras manos una edición que te traslada a otro tiempo, a los años
en que las palabras del genio de Vilanova de Arousa golpeaban a una
sociedad y a su literatura.
Lo ha vuelto a hacer la
compostelana editorial Alvarellos. Si con la edición facsímil de
‘De catro a catro’ de Manuel Antonio uno sentía en sus manos la
emoción de tener una parte de nuestra mejor literatura en un formato
único e irrepetible, ahora, con esta nueva edición, también
facsimilar, del texto de Ramón Mª del Valle Inclán, ‘La lámpara
maravillosa’ publicada originariamente en 1916, el lector parece
tener la sensación de manejarse en un tiempo literario distinto al
nuestro. El respeto a su formato original, a una tipografía
determinada y sus delicadas y simbólicas ilustraciones nos conducen
a aquella década en la que Valle-Inclán vivió diferentes
acontecimientos que marcaron, no solo la confección de este libro,
que sirvió de arranque a su ‘Opera omnia’, sino su propia vida.
Un Valle-Inclán que
llegaba a los cincuenta años moviéndose ya en la madurez de su
prosa modernista nos va a ofrecer en estas páginas su teoría
estética, una estética que se conducía por principios
neoplatónicos, también de filósofos modernos, como Nietzsche o
Schopenhauer, pero será desde las corrientes del ocultismos
elaboradas a finales del siglo XIX, desde las que mejor entender los
posicionamientos del de Vilanova de Arousa. En el libro se integran
diferentes escritos realizados y publicados desde 1912, años
convulsos en los personal. En ese mismo año romperá la relación
personal con la compañía de Teatro Guerrero Mendoza, en la que
trabaja su mujer, la actriz Josefina Blanco y se traslada de Madrid a
Galicia, para poner en marcha una aventura agrícola en el Pazo da
Merced. En 1914, en Cambados, fallece su hijo Joaquín, con cuatro
meses. En Europa ya huele a muerte y destrucción, mientras cambiaban
tantas cuestiones desde lo social, científico o artístico. Las
vanguardias, la teoría de la Relatividad de Einstein o el
psicoanálisis mudaron numerosos puntos de vista sobre el ser humano
en un nuevo siglo que se abría paso de una manera desbocada.
‘La lámpara
maravillosa’ es, por lo tanto, un estado de la cuestión, un punto
de inicio de toda una concepción estética y personal que exudaría
a través de la mayor parte de sus obras futuras.
Estamos ante un libro
muy estudiado, en el que lo simbólico asoma por todas las esquinas.
Siete capítulos, número de grandes connotaciones cabalísticas,
para adentrarnos en su estética desde sus experiencias en el caminar
hacia una búsqueda de la belleza. Un tránsito que se mueve no solo
en lo meramente artístico, sino también en lo personal, como
sucederá a lo largo de su obra con un pie en lo íntimo y otro en lo
que sucede a su alrededor.
«Es el libro del que
estoy más satisfecho, tanto por la forma como porque me parece que
logré la idea que tenía de que él despertara en cada uno de los
lectores una emoción diversa y que como los antiguos libros de las
escuelas iniciativas de Alejandría pudiera tener verdades de eterna
belleza siempre nuevas, porque cada quien que las siente, puede
interpretarlas». De esta manera responde el propio Valle-Inclán a
una pregunta sobre este libro en el cual nos encontramos frases tan
reveladoras para el autor de ‘Luces de Bohemia’ como: «Son las
palabras espejos mágicos donde se evocan todas las imágenes del
mundo», o: «La mengua de nuestra raza se advierte con dolor y rubor
al escuchar la plática de aquellos que rigen el carro y pasan
coronados al son de los himnos. Su lenguaje es una baja
contaminación», y otra maravilla más: «Rosa mística de piedra,
flor románica y tosca, como en el tiempo de las peregrinaciones
conserva una gracia ingenua de viejo latín rimado», esta última
describiendo a Santiago de Compostela.
Y es que conducirse por
este libro es hacerlo por un asombroso y luminoso escenario de
palabras e ideas, perfectamente armonizado con las ilustraciones de
José Moya del Pino. Todo ello ya de por sí un tesoro que, en esta
edición facsímil, se engrandece con el estudio de la profesora
Olivia Rodríguez-Tudela, con fotografías del autor en la época de
creación del libro y con un prólogo del nieto del escritor, Joaquín
del Valle-Inclán, autor de una memorable biografía editada en
Espasa tan recomendable como este libro capaz de hacernos sentir el
tiempo de Valle-Inclán.
Publicado en Diario de Pontevedra 30/04/2018
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