xoves, 14 de marzo de 2019

«La poesía es un lenguaje con voltaje, exige competencia lectora »


Su poemario ‘Suavemente ribera’ ha logrado uno de los principales galardones de un género siempre necesario para aclarar la realidad. El ganador del Premio de Poesía Generación del 27 participa hoy en el encuentro ‘6 días, 6 poetas’ en la Casa das Campás a las 20.00 horas


Sigue Pontevedra enredada en la tela de araña de la poesía. Envuelta en sus sedosos pero firmes hilos para intentar desentrañar la realidad desde la palabra. Tras Andrés Trapiello, Susana Benet y Pilar Pardo, esta tarde, Antonio Manilla (León, 1967), presentará en nuestra ciudad una poesía del «qué y del cómo», en la que el fondo y su presencia forman parte de una manera de entender una poesía luminosa, que nos llevará a su territorio natural leonés para recrearnos en temas tan firmes en la poesía como en nuestras propias vidas: la muerte frente a la vida, el paso del tiempo o la importancia del camino.
¿Cómo define Antonio Manilla su poesía?
Dentro de las clasificaciones que se suelen hacer de la poesía estaría dentro de una poesía figurativa, lo que Luis Alberto de Cuenca define como una «poesía clara», pero con matices, evidentemente. Una poesía elaborada, que busca tanto el placer del qué y del cómo, como decía Umberto Eco. Que no sea sólo una expresión de afectos o sentimientos, sino que estén expresados de una manera literaria, con voluntad de estilo.
¿Qué papel considera debe desempeñar la poesía en la sociedad de hoy?
Creo que el de siempre. La poesía no debe tener más o menos relevancia que la que de por sí tiene como un género literario, probablemente el más alto de la literatura y, al mismo tiempo, el menos difundido, ya que el acceso a ella exige cierta competencia lectora. Es un lenguaje concentrado, con voltaje, y exige del lector que sea activo y ponga mucho de su parte. Eso no quiere decir que sea oscura. María Zambrano decía que «la poesía había nacido como ímpetu hacia la claridad», como forma de explicar el mundo.
Un cierto tipo de poesía ha encontrado acomodo en las redes sociales. ¿Merece la pena incorporar lectores a la poesía a partir de esa que surge de Twitter?
El fenómeno de la poesía desde las redes sociales y las tremendas ventas que han visto algunas editoriales, que nunca habían publicado poesía, creo que tiene más que ver con el mercado. Octavio Paz decía que «la poesía no tiene público, tiene lectores», y las redes sociales lo que están consiguiendo es público, son cosas diferentes. Lorca también decía que «la poesía no genera adeptos sino amantes».
¿Cómo gestiona usted el anclaje de su poesía con la tradición para  aproximarla al lector?
Esa creo que es precisamente la razón por la que cualquiera hace poesía. Los temas de la poesía, son recurrentes, el amor, la muerte, el paso del tiempo... lo que te lleva a escribir es precisamente esa forma de expresar esos mismos sentimientos. Cada tiempo exige unas voces y unos poetas que actualicen esos temas eternos de la poesía a su tiempo.
Su poemario ‘Suavemente ribera’ ha logrado el Premio Generación del 27 y acaba de ser editado por Visor. ¿No le impresiona el verse ligado a toda esa Generación?
Sí, absolutamente. Es un honor que me hayan dado este premio, tanto por el jurado que lo compone como por los ganadores anteriores. En el libro incluso hay un par de poemas que llevan unas iniciales que pertenecen a poetas del 27, no lo hice a propósito, sino que coincidió que esos poemas llevaban una cita de Gerardo Diego y de Jorge Guillén. Es lo que hablábamos antes de la tradición, hacer un poema a partir de alguien.
¿Cuál sería su poeta preferido entre esa constelación de genios?
Me parece que sobresale de manera destacada Luis Cernuda, pero también considero muy interesantes a Gerardo Diego o a Jorge Guillén, que entiendo está muy desplazado respecto al resto.
¿Qué nos encontramos en ‘Suavemente ribera’?
Es un libro muy trabajado, con cinco partes en el que tiene una gran presencia la muerte, pero a través de la muerte demográfica de los pueblos. La parte central del libro habla de ese tema desde símbolos y requiebros, pero remata de una forma auroral y luminosa. No es una poesía triste, es elegíaca.
Es la suya una poesía de un lenguaje muy cuidado y con un papel muy importante de la naturaleza. ¿A qué obedece?
Aunque vivo en ciudad, en casi toda mi poesía tiene un papel muy importante la naturaleza: los ríos, los árboles, los pueblos. Un libro anterior se titula ‘El lugar en mí’, una reflexión muy clara sobre mi tierra, la montaña de Léon. Tengo una gran influencia de los poetas impresionistas en los que la naturaleza es central. En la tradición española también es muy rica esta presencia: Miguel D’Ors, Andrés Trapiello, Antonio Colinas...
¿Qué se va a encontrar la persona que asista hoy a su recital?
He preparado un breve resumen de mis libros anteriores, que son siete u ocho, un par de poemas de cada uno de ellos, y después me centraré en este nuevo libro que acaba de ser editado en Visor lo cual para mí también es muy importante por lo que supone esta colección en la poesía española.



Publicado en Diario de Pontevedra 14/03/2019
Fotografía. El poeta Antonio Manilla (Alejandro Maestro)


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