[Ramonismo 37]
José Luis Peixoto hunde su biografía en la del Nobel Saramago, propiciando una reflexión sobre ambos autores
SEÑALADO incluso por el propio José Saramago como su sucesor en el olimpo de las letras lusas, José Luis Peixoto pisa firme en ese itinerario, armándose de valor para entremezclar su vida con la del propio creador de ‘Memorial del convento’. Un reto brutal del que José Luis Peixoto sale más que airoso, componiendo un texto lúcido y en ocasiones brillante, emocionante para los seguidores de Saramago y que respaldan a su autor como uno de los nombres de referencia de la actual literatura portuguesa.
En ‘Autobiografía’, editada en nuestro país por Random House, nos encontramos un juego de espejos, de nombres y personas que hilan sus caminos, como ya hicieran en ‘O ano da morte de Ricardo Reis’, el mismísimo Fernando Pessoa con uno de sus heterónimos, Ricardo Reis, retornado de Brasil a una Lisboa donde «o mar acaba e a terra principia» en un libro lleno de inteligencia, por el que también transita José Luis Peixoto, sabedor de sus posibilidades para hacer del territorio capitalino lugar de encuentro y ámbito mítico de libros y personajes.
Pero hacer de Saramago mito es también poner el pie en otras geografías, en la Azinhaga natal, tierra de olivos, abuelos y memorias de la infancia; pero también en el Lanzarote que lo acogió y que descubrió como ámbito imprescindible en el devenir final de su vida, territorio entre vientos y volcanes de contemplación de lo que quedó atrás, de disfrute con su pareja Pilar del Río y como impresionante escenario del que despedirse de la vida tras el viaje del elefante. Allí, donde todos los relojes de la que fue su casa marcan la misma hora, cruce de agujas en el que conoció a Pilar del Río, Saramago estableció un modesto refugio en el que al tiempo se acogía toda su vida, desde aquella aldea portuguesa, al Portugal político que lo despreció en los años noventa tras escibir ‘El Evangelio según Jesucristo’ y, como no, esa Lisboa que plantó frente a la Casa dos bicos, sede de su fundación, otro olivo, para ser memoria del compromiso del Nobel con su tierra, incluso por encima de su país.
Todo eso va fluyendo en el relato de José Luis Peixoto, tras el encuentro de un joven escritor al que se le encarga la biografía del gran literato, y que finalmente lo que busca construir, como no se cansa de repetir, es un «texto ficcional de cariz biográfico» y que lo que logra es posibilitar una biografía doble, de dos autores que como Pessoa y Reis son uno. José y Saramago, dos personas en una. «José era yo» ya escribira Peixoto de manera premonitoria en 2010. Dos tiempos diferentes, dos edades en la misma persona. Brillante. Y eso, tan complejo de gestionar como elemento literario, es lo que vamos encontrando en un relato en el que las dudas nos asaltan sobre quien realmente está escribiendo la biografía de quien.
Un libro, por lo tanto, lleno de momentos portentosos, instantes repletos de imaginación que nos conducen directamente a la obra de Saramago, como cuando la propia Pilar del Río lo miraba y era capaz de mirar a través del autor de ‘Ensayo sobre la ceguera’ como la inolvidable Blimunda, protagonista de aquel ‘Memorial del convento’ capaz de mirar en el interior de las personas, y que precisamente fue el texto culpable de que ambos se conociesen. El libro está trufado de esas complicidades entre la vida y la obra de José Saramago que lentamente se van colmatando a lo largo de estas páginas que fracturan los límites entre la literatura y la vida, que hacen de lo biográfico y de la ficción un tira y afloja en un total desafío que muestra la genialidad del este escritor.
José Luis Peixoto nació también en un pequeño rincón portugués, Galveias (título de una de sus novelas más interesantes) en 1974 y que con su primera obra, ‘Nadie nos mira’ logró el Premio José Saramago, lo que le sirvió para unir prematuramente su destino al de quien enseguida mostró su interés por aquel autor del que llegó a decir que es «un hombre que sabe escribir y que será el continuador de los grandes escritores». Lejos de sentirse aplastado por esa presencia José Luis Peixoto ha ido diversificando su obra desde la poesía, que lo trajo hasta nuestra ciudad en 2015 para participar en una edición de Pontepoética, el cuento infantil, la literatura de viajes o el teatro.
Esta ‘Autobiografía’ es un escalón más en esa carrera como escritor, pero sobre todo lo es en ese deambular por una vida que se cruza una y otra vez con la suya. El Hotel Bragança, la Rua do Alecrim, el Cais do Sodré... itinerarios de sombras que se cruzan y componen un mismo personaje, ese que el tiempo y la palabra dejarán para la posteridad como un relato propio desde el que narrar al otro. Desde el que tensionar una escritura llena de espejos líricos en los que reflejar a uno y otro José, al José Saramago y al José Peixoto.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 19/09/2020