[Ramonismo 34]
Alejandro Zambra plantea una deslumbrante novela sobre el
mundo poético chileno y el hecho de ser padre
“LOS
NOVELISTAS chilenos escribimos novelas sobre los poetas chilenos”. Esta frase
asoma en varias ocasiones a lo largo de la novela ‘Poeta chileno’, que
Alejandro Zambra publica en el sello Anagrama como la confirmación de su
talento literario apuntado en diferentes registros anteriores, tanto desde la
poesía, como desde el ensayo o la novela. Un género en el que podemos destacar
‘Formas de volver a casa’ que recibió, en su edición inglesa el English Pen
Award, por citar alguno de los reconocimientos de este autor nacido en 1975 en
Santiago de Chile, aunque residente en Ciudad de México.
No
caeré, tras acuñar estos datos, en subrayar la precocidad de Alejandro Zambra,
algo que él mismo apunta en su relato sobre la visión que se tiene de los
poetas o de los escritores considerados jóvenes, pese a un relativo paso de los
años. Pero sí que, tras acercarme por primera vez a un texto suyo, no puedo
dejar de mostrar el goce de descubrir una escritura tan inteligente y seductora
para el lector, en un relato que hibrida la pulsión literaria de los poetas,
con especial incidencia en el ecosistema chileno (que por otra parte no debe
ser muy diferente de otros parnasos poéticos del mundo), con una emocionante
muestra de lo que supone ser padre y cómo esa relación filial puede derivar en
insospechadas consecuencias.
Así
es como Alejandro Zambra nos cuenta la historia de Gonzalo, aspirante a poeta,
y su relación con Carla, que lleva aparejada el ejercer de padrastro de Vicente
quien, con el paso de los años, también mostrará ilusiones literarias, pese al
distanciamiento con el propio Gonzalo. Se plantea así una madeja de relaciones que
pasa de la juventud del protagonista, de su amor por Carla, de sus desvelos por
vivir de la poesía, hasta que el niño Vicente se hace adulto y también
reivindica esa pasión por lo poético, algo nada extraño, como gran género que
es de la espina dorsal de la cultura chilena. El libro es, por lo tanto, un
festín metapoético sobre esa realidad del país andino, cuna de Pablo Neruda,
Nicanor Parra, Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Pablo de Rokha o Raúl
Zurita, por citar sólo los grandes astros de aquel ecosistema poético. Astros
que iluminan de una manera singular, pero también que ciegan con su luz a
cientos de poetas que quien llegar a esa magnitud y con los que la naturaleza o
las musas no pueden, ni deben ser tan benévolos, pereciendo abrasados en el intento
de llegar a ser poeta, aunque para ello baste un solo libro.
Con
toda esa armazón es con la que Alejandro Zambra nos va haciendo poner pie en
cada uno de esos ámbitos, el familiar y el literario, con todo un país como
trasfondo y capaz de llenar de connotaciones singulares ambos caminos. Especial
atención merece el cómo su autor es quien de ajustar ambos senderos, de llegar
a ciertas encrucijadas emocionantes en las que la sangre de los protagonistas
late bajo los amores literarios, bajo la condición de la poesía como gran
hacedora de íntimas realidades, de inquebrantables deseos y de una manera de
mirar la vida que solo los poetas son quien de condensar en unas pocas
palabras. Alejandro Zambra se vale de esas palabras, también de la especial
manera de hablar de su país, para concedernos una novela llena de audacia, de
momentos repletos de humor, de melancolías, de refugios literarios a los que
uno ya quiere echarse nada más que remata la novela y de un desparpajo que
libera muchos de los corsés que se podían pensar de antemano ante esa
arriesgada mirada al universo poético chileno.
Descubrirse
como poeta también tiene mucho de descubrirse como padre. Ambas son dos formas
de creación, dos maneras de estar en un mundo al que la poesía disecciona como
pocas artes. Un hijo, como un libro, se deposita ante el mundo con la esperanza
de que éste confíe en él, con la ilusión de que se valore como parte de una
experiencia vital o como un bumerán que se arroja al aire y que puede olvidarse
de él hasta que en un momento concreto, de manera inesperada, vuelve a irrumpir
en tu vida.
Alejandro Zambra escribe ‘Poeta chileno’ como uno de esos
novelistas chilenos que escriben sobre los poetas chilenos, pero también lo
hace como un gran escritor.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 25/07/2020
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