‘Los gozos y las
sombras’, ‘La lengua de las mariposas’ o ‘Los lunes al sol’ son recurrentes
ejemplos al referirnos al rodaje de películas en nuestra ciudad. Ahora que
desde la Concellería
de Promoción Económica y Turismo se ha
creado la marca ‘Pontevedra Film Commission’ para la promoción de
Pontevedra como escenario para esos rodajes, nos parece una ocasión apropiada
para rastrear no solo esos ejemplos sino muchos más que, con el paso del
tiempo, han conformado en Pontevedra una suerte de itinerario fílmico todavía
por explotar.
François Truffaut dirigió en 1973 una de las mejores películas
relacionadas con el mundo del cine, y sobre todo con esos aspectos que no se
ven, y que suponen el proceso de creación de una película. Rodajes en los que
actores y actrices interaccionan entre ellos, en los que las historias que la
imaginación y la acción de un director decide, con la ayuda de un productor,
trasladan a la pantalla para emocionarnos a través de ese pequeño milagro que
surge cada vez que accedemos a una sala de proyección. Su título fue ‘La noche
americana’, y Pontevedra, a lo largo de los años, también ha vivido en sus
calles, plazas y diferentes localizaciones numerosas ‘noches americanas’. Es
hora de apagar las luces y de realizar un pequeño recorrido por algunas de
ellas.
No fueron pocas las veces que se escuchó esa frase de boca de los
diferentes directores que transformaron Pontevedra en un plató de cine y así,
desde las primeras décadas de este espectáculo, se registran producciones que
eligieron ambientes pontevedreses para desarrollar los diferentes cuadros que
aparecen en esas películas. Ya en 1916 el director José Gil en ‘Miss Ledya’,
considerada la primera cinta del cine gallego, según el historiador Xosé
Enrique Acuña (A Nosa Terra. 21/11/1986), hizo transcurrir la acción en
Pontevedra, el río Lérez y la
Isla de A Toxa. En concreto, en Monte Porreiro, las márgenes
del Lérez o zonas de Poio como Portosanto o A Caeira, son los escenarios de una
historia en la que aparecen destacados pontevedreses del momento como actores,
caso de Blanco Porto, Víctor Mercadillo, Clara Sobrino, Isidoro Millán o Marina
Fonseca, todos apellidos ilustres de la ciudad, y acompañados por el propio
Castelao. En 1927 y en plena efervescencia del debate sobre el origen de
Cristóbal Colón, Enrique Barreiro realiza la que fue su primera película:
‘Pontevedra, cuna de Colón’, en donde se defiende ese origen a partir de la
documentación que registra el apellido Colón en la Pontevedra del siglo XV
y la abundancia de topónimos de nuestro entorno en las tierras descubiertas por
el navegante. En la película Porto Santo, Combarro, Raxó, Placeres o Pontevedra
forman parte de las vistas que en ella aparecen, comenzando a hacer de la Ría de Pontevedra un lugar que
por su belleza y potencialidades se asentará en posteriores producciones. En
1924, la primera versión de ‘La casa de la Troya’ también tendrá entre sus localizaciones a
Pontevedra.
En la décadas siguientes y siguiendo el imprescindible y eficaz manual
que bajo la coordinación de Miguel Anxo Fernández publicó el Consorcio do
Audiovisual Galego en 2007 se registran títulos como ‘Alalá, Los nietos de los Celtas’ (Adolph Trotz,
1933), ‘El crucero Baleares’ (Enrique del Campo, 1941), ‘El Hereje’ (Francisco
Borja Moro, 1957), ‘Sonatas’ (Juan Antonio Bardem, 1959). En los años sesenta, y con una mayor
producción cinematográfica a partir de las nuevas medidas tomadas de apoyo a la
cinematografía, se incrementa el ritmo de producciones, que también aumentan su
calidad. Así, destaca en 1966 la película ‘Cotolay’, dirigida por José Antonio
Nieves Conde. Un film histórico que dejó huella en Pontevedra y de la que
recientemente vimos en el Museo de Pontevedra varias imágenes (una de ellas la
que aquí se incluye) de su rodaje, realizadas por el fotógrafo Rafa Vázquez, y
recuperadas durante la muestra a él dedicada. Quedó demostrado como el Casco
Histórico era el marco perfecto para situar una historia medieval en la que un
niño, Cotolay, se convierte en su protagonista. En 1966 con José Bódalo como
protagonista sería Luis María Delgado el encargado de rodar varios pasajes de
‘Aventura en las Islas Cíes’.
Ese año con ‘Los guardamarinas’ de Pedro Lazaga u ‘Operación Plus Ultra’ del mismo director, se recupera
un escenario recurrente de nuestro entorno como es la Escuela Naval
Militar de Marín que ya había generado la atención del cine en 1947 por parte
de Ramón Torrado en la exitosa ‘Botón de Ancla’, con un revival en color en 1960 a cargo de Miguel Lluch
y que aún tendría desarrollo en 1972 con ‘Los caballeros del Botón de Ancla’,
de nuevo con Ramón Torrado al frente. Marín también vería como en 1979 Carlos
López Piñeiro dirigía la primera película en gallego ‘‘Malapata’.
En los años setenta ‘La novia ensangrentada’ (Vicente Aranda, 1972) o ‘La
joven casada’ (Mario Camus, 1975) precedieron a la que sería en los años ochenta el gran
altavoz visual de Pontevedra con la serie de televisión, aunque realizada de
manera cinematográfica, ‘Los gozos y las sombras’ (Rafael Moreno Alba, 1982).
Un éxito popular que llevó por toda España el Palacete de las Mendoza o la
farmacia de la calle San Román, entre otros puntos destacados de la ciudad. En
1992 Juan Pinzás dirige ‘O xogo das mensaxes invisibles’; Bent Hamer, ‘Water
Easy Reach’ en 1998, y un año después será José Luis Cuerda quien haga del
entorno de la plaza de A Leña parte del rodaje de ‘La lengua de las mariposas’,
protagonizada por Fernando Fernán Gómez
y Manuel Lozano. En 2002 Fernando León de Aranoa rodará varias escenas de ‘Los
lunes al sol’ y para ser el director Antonio Giménez Rico el que en 2003 haga del
café ‘Blanco y negro’ escenario de una secuencia de ‘Hotel Danubio’. En 2005
Gerardo Herrero con ‘Heroína’ regresó a Pontevedra, una Pontevedra que se
convertirá en la referencia habitual de Mario Iglesias a través de películas
como ‘Catalina’, ‘De bares’, ‘Relatos’ o ‘Rosario’, por citar algunos títulos
de su producción. En 2012 Nani Matos rodó, en diferentes lugares, su
cortometraje ‘Flores para Amalia’. Todos ellos son las estrellas del firmamento
de las que serían nuestras ‘noches americanas’.
Tres estrellas de otro tiempo
No hay duda de que actores y actrices generan la mayor atención por
parte del público. Su presencia suele alterar la vida cotidiana de las ciudades
en las que se produce un rodaje y sus admiradores no dudan en esperar horas y
horas intentando ver en directo a sus ídolos. En los años setenta Pontevedra
vio como tres estrellas del cine de aquel momento acudían a nuestra ciudad para
participar en diferentes producciones. Tres mujeres en las que además de su
talento como actrices se encerraba otro don, el de la belleza.
Marisa Mell
En dos ocasiones consecutivas estuvo en Pontevedra la actriz Marisa Mell.
En 1972 como protagonista de la película ‘Encadenada’, dirigida por el director
gallego Manuel Mur Oti, ahora en la parte final de su prolífica carrera, y un
año después de la mano de Jorge Grau para protagonizar junto a Fernando Rey
‘Pena de muerte’.
Sus imponentes ojos verdes recorrieron las calles de esta ciudad durante
la primera de ellas, al rodarse varias escenas en el Museo de Pontevedra. En la
película interpreta dos papeles, el de la madre fallecida de un joven, y el de
la cuidadora de éste que contrata su padre, siendo su agresiva belleza un
elemento fundamental en el desarrollo de la trama.
En ‘Pena de muerte’ el rodaje se desarrolló en O Grove y en el Hotel de la Illa da Toxa, destacando la
crítica cinematográfica la belleza del entorno, lo que venía a no hablar
demasiado bien del resultado final de la película.
Marisa Mell fue mujer de Espartaco Santoni, residiendo en España y
participando en numerosas películas en el cine español de los años setenta,
sobre todo en un cine de tipo comercial y sin grandes pretensiones artísticas.
En todas ellas, su belleza, que no dejaba a nadie indiferente, era uno de los
elementos a destacar.
Ornela Mutti
Diario de Pontevedra fue el plató elegido por Mario Camus para rodar
escenas de la película ‘La joven casada’
(1975), en la que la joven actriz italiana Ornela Mutti (20 años) era su
protagonista. Destacando por su hermosura provocó que se escribiese lo
siguiente en las páginas del Diario: “Haría falta tener las condiciones de un
poeta para describir la belleza de Ornela. Es una mujer realmente guapa, con
unos ojos de expresión indefinible. Perfecta figura coronada por un cuello de
divina proporción. Algo parecido al famoso cuello de Nefertiti”. Se buscaba así
desprender a la actriz de esa imagen de sex-symbol que el cine insistía en
fijar.
Durante un mes se prolongó la estancia del equipo de rodaje en la
provincia, para finalmente rodar en nuestra ciudad en el Hospital Provincial y
en los talleres de este medio. Allí, entre las máquinas linotipo, las de
titulación mecánica o los chivaletes donde se guardaban los tipos de imprenta,
se rodaron varias imágenes de la película, en la que a modo de curiosidad
diremos que participó uno de nuestros compañeros, Luis Barreiro Blanco, eso sí,
en un corto, cortísimo papel.
Sara Montiel
Con un argumento de Antonio Gala Mario Camus se acercó a Pontevedra para
ambientar ‘Esa mujer’, una película que discurre a finales del siglo XIX cuando
una cantante es sometida a juicio como sospechosa del asesinato del que era su
amante. A finales de los años sesenta la figura de Sara Montiel comenzaba a
perder el fulgor que había desplegado no solo en el cine, sino en la propia
sociedad, como nuestra actriz más mediática e internacional. Sus
interpretaciones tenían lugar en películas cada vez de peor calidad aunque en
este caso las críticas no fueron del todo desfavorables e incluso en algún caso
se comentó éste como uno de los mejores papeles de Sara Montiel.
La imagen que se conserva en nuestro archivo sobre ese rodaje, pese a estar
bastante deteriorada por el paso del tiempo, sitúa a Sara Montiel en un entorno
muy característico de la ciudad, como son los Jardines de Casto Sampedro con el
perfil al fondo del Santuario de la Peregrina, una postal que despliega todo el
glamour de la gran estrella de nuestro cine en
Pontevedra. Un ciudad que ha sido y debería seguir siendo una pasarela de estrellas.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 17/03/2013