luns, 4 de abril de 2011

Prisas

Con la fecha de caducidad impresa sobre sus cejas, José Luis Rodríguez Zapatero tiene todavía mucha faena que hacer hasta las próximas elecciones generales. Que a nadie se le olvide que su caducidad, como lo fue la de Aznar, viene dada por el final de la legislatura, por compleja y dura que esta sea. La normalidad democrática, que a muchos parece molestar, significa precisamente eso: sucesiones, unos que entran, otros que se van, dentro de un sistema responsable que tenga al país como fin último. Las prisas parecen angustiar al Partido Popular y a su corte mediática, queriendo abocar al país a un proceso electoral, ignorando así la realidad y con la única pretensión de alcanzar el poder. Sin la cara de Zapatero en la diana, los populares tendrán que buscar otro chivo expiatorio, más que para fustigar al Gobierno, para ocultar su total ausencia de compromiso con la situación actual.


Publicado en Diario de Pontevedra 04/04/2011

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