martes, 10 de maio de 2022

Estar cuerda... o no

 

[Ramonismo 110]

Rosa Montero hace de su vida y de la de otros escritores un fino alambre en el que equilibrar razón y delirio



VUELVE Rosa Montero a hacer de su vida y obra una especie de desfiladero por el que adentrar a sus lectores para aislarnos del exterior y situarnos, en esta ocasión, ante esa frágil y delicada frontera que se plantea a lo largo de la historia creativa entre la genialidad y la locura.

Y digo vuelve porque si con ‘La ridícula idea de no volver a verte’ (2013) nos habíamos enfrentado a una mujer devastada por la muerte de su pareja, pero cuyo ánimo ponía en relación con la gran Marie Curie, ahora, en ‘El peligro de estar cuerda’ (Seix Barral), de nuevo de una manera magnífica, su experiencia personal nutre un texto lleno de virtudes que nos ofrece a la mejor Rosa Montero, capaz de ser periodista, novelista, ensayista... para acercarnos a una vida llena de grandes libros escritos por ella pero a través de los cuales se ha ido generando toda una situación personal a partir de cómo los escritores se relacionan con la propia existencia. Para ello Rosa Montero abre el abanico de la Literatura para situar ante nosotros toda una serie de autores cuya vida y obra aparecen señalados de manera definitiva por una situación mental, cuando menos conflictiva, que les hace a todos ellos plantear una vida, cuando menos conflictiva, entre la existencia y la imaginación, promoviendo una realidad paralela en la que prácticamente todo escritor se adentra como manera de atemperar sus demonios en un sinfín de manías, miedos, pesadillas, que pueden arrancar desde la propia infancia para desbordarse con el paso de los años hasta llegar a situaciones límite, como pueden ser los no pocos casos de suicidio que se han dado entre hombres y mujeres cuya obra literaria nos ha fascinado.

Con motivo de aquel libro de 2013, tan pegado a este, tuve la fortuna de entrevistar a Rosa Montero y, revisando estos días ese encuentro, un destacado de aquella entrevista resaltaba una de sus respuestas: «Tú no decides el libro que vas a contar, sino que el libro te escoge a ti. Se impone una imagen que se mete dentro de tu cabeza». Y de esto, precisamente, va en gran parte lo que se encierra en ‘El peligro de estar cuerda’, de imágenes que se insertan en nuestra mente y que son capaces de provocar un reguero de situaciones que, en el caso de los escritores, suelen determinar sus escritos. Rosa Montero nos propone una especie de «autopsia de la creatividad» con la que gozamos, no solo por la calidad del texto, sino por cómo es capaz de incorporar diferentes estudios científicos sobre el comportamiento de la mente humana, así como por hacer de ese muestrario de escritores y escritoras la prueba evidente de que todos ellos se mueven a lo largo de su vida como un equilibrista portando una pértiga sobre un fino alambre sin red.

Un ejercicio íntimo que exorciza numerosos fantasmas, que nos hace partícipes de su vida, evocador de muchos momentos sumamente delicados, de ‘Otra’ Rosa Montero, de comportamientos inexplicables, de dolores y traumas, en definitiva, de buena parte de lo que conforma a una persona y cuya escritura es, precisamente, lo que le permite vivir.

 

Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 30/04/2022


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