domingo, 22 de setembro de 2013

Retratos




Hablo con Manuel Moldes y me cuenta la importancia del inolvidable Conde Corbal en el retrato de esta ciudad. Su influencia a la hora de que muchos pintores, entre ellos el propio Moldes, convirtieran a Pontevedra en motivo y sentimiento de su pintura. No hay más que asomarse al interior del Carabela o rastrear sus dibujos en este mismo periódico para darse cuenta, no solo de su talento, sino también de cómo la ciudad puede formar parte de una obra. 
Manuel Moldes sacará hoy su caballete a la calle, como muchos de los participantes del Primer Certamen de Pintura Rápida que convertirá a calles y plazas en un improvisado estudio abierto a la ciudadanía, a la caza de ese rincón o ese fragmento de la ciudad para convertirse en inmortal. Tras esta iniciativa figura la acción solidaria que siempre caracteriza a esta entidad ya que la venta de los cuadros, tras ser expuestos al término del certamen, primero en la propia praza da Ferrería y posteriormente en el Liceo Casino, dedicará una parte de su importe a la plausible labor social que Cáritas realiza diariamente y más en estos tiempos tan complicados. Estudiantes de Belas Artes, miembros de la Asociación de Artistas Plásticos de Pontevedra o sencillamente aficionados al dibujo y la pintura encontrarán acomodo en esta iniciativa que de nuevo convertirá a la capital, a sus geografías y a sus sensaciones en motivo de representación. Así lo lleva siendo desde esa contraportada en piedra de la Basílica de Santa María hasta hoy, un tiempo en el que fueron muchos los que la convirtieron en inspiración. Desde los viajes de Pierre María Baldi hasta las piezas que se acaban de inaugurar en el Pazo da Cultura de Eduardo Dios y Pancho Rodiño, sería interminable ese listado que nos llevaría por el siglo XIX, tiempo de viajes y descubrimientos como el que trajo a Eliseo Meifrén a nuestra ciudad para captar rincones tan singulares como el cauce del río Gafos. Vayan al Museo de Pontevedra y verán ese espléndido cuadro, como otros que se centran en nuestra ciudad, ahí tenemos a Alfredo Souto pero también a Carlos Sobrino o a los integrantes de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra y un nómina larguísima que nos impide continuar citando nombres y más nombres a fuerza de ser injustos con los que olvidemos y que nos conducen al que es el padrino de esta cita. Al hombre que en su ‘Pontevedra durme’, ‘Pontevedra, carballo e pedra’ o en el impresionante mural que nos da la bienvenida en la sede de la UNED ‘O río da vida’, ensalza a la ciudad como ejercicio de introspección interior, como concepto de una memoria a la que asir una pintura inequívocamente fundada en la experiencia y en representar aquello vivido. 
Hoy también es un día para ser vivido, desde el propio Moldes que se sentará a pintar en la praza da Leña, pasando por todos los participantes de este certamen, al experimentar lo que tantos sintieron antes, el pálpito de unas piedras hechas para ser pintadas para acceder a ese punto de inmortalidad que solo el arte es capaz de alcanzar. Aquellos a los que el don de la pintura nos dejó huérfanos nos maravillaremos con sus trabajos, les veremos pintar o dibujar, y posteriormente disfrutaremos de esas obras en una praza da Ferrería que hoy se convertirá en el estudio abierto por los pintores con Pontevedra como retrato.

Publicado en Diario de Pontevedra 21/09/2013
Fotografía Gonzalo García

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