luns, 10 de xuño de 2019

El lenguaje de la mirada

Rue Saint-Antoine nº 170
Fotografía. ¿Cómo me miras? es la pregunta más apropiada para entender lo que sostiene el discurso que hila la exposición ‘El lenguaje de la mirada’ que, con fondos de su propia colección, nos presenta la fundación RAC en la pontevedresa calle Sarmiento. Una aproximación fotográfica a uno de los actos vitales más importantes: la mirada


El hecho de mirar. La actitud de mirar. La sensación de mirar. La propuesta que surge de la mirada. Y es que todo en esta exposición parte de esa acción humana imprescindible para nuestra vida en común, así como para relacionarnos con el entorno. Mirar, mirar y mirar es todo lo que se explica a partir del trabajo de un conjunto de fotografías pertenecientes a once creadores, nueve de ellos mujeres, con lo que eso le aporta al tono general de la exposición, a una condición propia de la mirada, siempre diferente si parte de un hombre o de una mujer.
Pocos pueden dudar de la experiencia comunicativa que desarrolla la mirada. Hay miradas que no precisan de la consiguiente explicación vocal, sólo un cruce de miradas es ya casi un discurso. Aquí estos once discursos son once miradas a la condición humana, once reflexiones que nos aproximan a lo que somos. En una primera mirada, de nuevo la mirada, en este caso del espectador ante las obras, nos encontramos con la soledad, la ausencia, la incomunicación, dudas, rastros, memoria... situaciones íntimas que la mirada traduce hacia el exterior, que la mirada conforma como parte de ese diálogo permanente que mantenemos entre nosotros, pero también desde el yo más personal con el conjunto de la sociedad. Recorrer esta exposición convierte a la fotografía en un diapasón de nuestra realidad y de cómo nos vinculamos a ella. De manera muy intensa en ocasiones, mientras otras, aunque formemos parte de su esencia bastante alejados. Podemos estar pero no ser, podemos ser piezas en su engranaje, pero nuestros actos, nuestras decisiones y, finalmente, nuestra mirada puede hacernos renunciar a esa situación colectiva.
Es en este punto en el que la mirada del artista contemporáneo alcanza su mayor provecho desde lo creativo. Tantas veces criticado por su ausencia de lo que nos rodea, quizás la fotografía mantiene, como pocas disciplinas artísticas, ese firme alambre por el que desfilar, el que une a creador y sociedad para intentar explicar alguna de sus componentes. Ese vínculo con lo físico, con lo reconocible visualmente, permite que el artista haga su lectura partiendo de lo reconocible para el espectador, de ahí su potencialidad sobre otras propuestas artísticas, ciertamente mucho más complejas para el público
Teresa Hubbar y Alexander Birchler, Aino Kannisto, San Samore, Rita Magalhaes, Marta María Pérez Bravo, Eulalia Valldosera, Sarah Jones, Tracey Moffatt, Susy Gómez, Eija-Lisa Ahtila y Beat Streuli son los once nombres que nos presentan un trabajo que, partiendo de esa raíz común que concede la mirada, se desarrollan por diferentes itinerarios más o menos sugerentes para el espectador, que es quien, a partir de su propia mirada, de su interacción con la obra, completa la propuesta de la exposición. Teresa Hubbard y Alexander Birchler proponen plasmar esa relación del ser humano con el entorno. Aino Kannisto se adentra allí donde el pensamiento genera dudas y miedos, un lado oscuro al que en ocasiones cuesta enfrentarse. Sam Samore gestiona la privacidad en sus imágenes, mientras Rita Magalhães propone una mirada pictoricista y la cubana Marta María Pérez Bravo convierte su cuerpo en soporte de expresión y de creencias. Eulalia Valldosera nos enfrenta a lo doméstico, al espacio íntimo, donde lo femenino incorpora su presencia, o su ausencia. Sarah Jones trabaja la incomunicación pese a la presencia de la figura humana. Tracey Moffatt analiza las posibilidades de las imágenes que confluyen desde el cine, el vídeo o la fotografía. Susy Gómez trabaja la posición del sujeto ante lo contemporáneo y su identidad. Eija-Lisa Ahtila nos plantea una historia, un relato a partir de la conexión de varias imágenes, unas relacionadas con lo gestual, y otras con la mirada que se vincula a la naturaleza y, finalmente, Beat Streuli, trabaja el retrato en diferentes latitudes del mundo.
Ellas y ellos miran y nos hacen mirar también a nosotros. Formamos parte de una red de miradas a las que, lógicamente, el arte, como gestor de esas miradas no puede sustraerse, de ahí que la apuesta desde la organización de la muestra sea muy interesante por visibilizar ese rastro de miradas que, diariamente, hacen de nuestro mundo un escenario artístico que seduce a miles de fotógrafos.





Publicado en Diario de Pontevedra 10/06/2019
Fotografías: Rafa Fariña


Ningún comentario:

Publicar un comentario