mércores, 28 de novembro de 2018

Novecento

Hay películas que justifican una filmografía y cuanto homenaje pueda llegar. ‘Novecento’, de Bernardo Bertolucci, es una de ellas


SE muere Bernardo Bertolucci pero su cine sigue en pie. Es la gran virtud de los creadores, que sus obras, sus ideas y sus apuestas seguirán entre nosotros con esa vocación de eternidad que solo el arte puede alcanzar. El director italiano nos deja varias obras con esa condición, películas que marcaron tiempos y momentos muy concretos de la historia, una historia que volcaba inteligentemente en la práctica totalidad de sus proyectos. Junto a sus tres grandes títulos: ‘El último tango en París’, ‘Novecento’ y ‘El último emperador’, películas como ‘La estrategia de la araña’, ‘El conformista’ o ‘El cielo protector’, conforman una de las filmografías más importantes del cine europeo de las últimas décadas y quizás el último exponente de ese cine italiano que se nutrió con la posguerra, en el Neorrealismo y que agitaron poco después Pasolini y Fellini.
Con el primero se inició en el cine, y el trabajo fue su escuela. Sin aprendizajes teóricos los planos y las historias se fueron sucediendo hasta que con ‘El último tango en París’, Bertolucci reclamó la atención del mundo bajo el escándalo originado por las escenas entre Marlon Brando y Maria Schneider. Una polémica que se ha venido reactivando cada cierto tiempo hasta estos últimos años. Su siguiente película fue ‘Novecento’, uno de los grandes testimonios cinematográficos de la historia del ser humano y que hoy mismo, esta nueva y oxigenada Televisión Española, emitirá como homenaje al director dentro de ‘Días de cine clásico’, regalándonos de nuevo la oportunidad de recorrer las cinco primeras décadas del siglo XX en Italia a través de la relación entre el hijo de un terrateniente y el de uno de los trabajadores de esas tierras. Ambos, interpretados por Robert de Niro y Gerard Depardieu, respectivamente, nacen el mismo día, pero es ese nacer en lados diferentes de la vida lo que va a marcar su camino en los años sucesivos. La película registrará los conflictos de clase, y cómo la amistad se va a ir magullando entre ese tenso ambiente en el que afloran las ideologías de principios de siglo. Las guerras mundiales y el ascenso del fascismo serán el paño de fondo para esa historia de personas maravillosamente interpretadas por un gran plantel de actores, uno de los puntos fuertes de la película, a lo que se le suman elementos como la fotografía de Vittorio Storaro o la música de Ennio Morricone, todos ellos nombres que, junto al del propio Bertolucci, son esenciales en la historia del cine. Compruebo que ambos viven, y de pronto pienso en como acaban de contemplar la muerte de parte de su propia historia personal y profesional.
Lo importante, insisto, tanto para los vivos como para los muertos, es que la humanidad pueda contemplar su trabajo. Si esta noche decidimos volver a ver o incluso descubrir (para aquellos que no lo hayan hecho será una noche enorme) en La 2 esta película, será la mejor manera de honrarlos a todos ellos, además de que podamos comprobar como el cine es uno de los mejores medios para explicar al ser humano, e intentar, a través de él, comprender nuestras actitudes y comportamientos a lo largo de la historia. Para ese fin ‘Novecento’ es uno de los monumentos que quedarán para la historia, por encima de tumbas, epitafios, crónicas y recuerdos, siendo sus imágenes el mejor testamento de un director eterno.


Publicado en Diario de Pontevedra 28/11/2018


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