mércores, 13 de febreiro de 2019

Matria


La poesía como brújula, la poesía como indagación sobre uno mismo, es la base del nuevo libro de Raquel Lanseros


NO LA CONOZCO personalmente y, sin embargo, ¡la conozco tanto! Pocas acciones artísticas te permiten rastrear de una manera tan intensa a su autor o autora como la poesía. Más aún si, como en este caso, la poeta, Raquel Lanseros, hace de su obra un territorio íntimo desde el que asomarse a esa patria que todos tenemos y que somos nosotros mismos. Cuerpo y alma cuyas fronteras la vida va ensanchando desde el silo de las experiencias que se tornan en verso, en esta ‘Matria’ (Editorial Visor) que transustancia la autora como título de este poemario en el que todo es búsqueda, indagación de un origen y de unas raíces que amparan a la persona frente a los embates de la vida.
Raíces que a medida que uno va leyendo versos, pasando páginas, recorriéndolos con los propios dedos, deteniéndose a pensarlos... se convierten en tronco y ramas. En sustento visible de aquello que era invisible, de lo que se movía bajo tierra, pero que ahora, gracias a la palabra, se visibiliza ante todos nosotros, no sólo desde la belleza, sino desde la contundencia de su contenido. Hoy, que vivimos demasiada poesía líquida, tantas palabras etéreas que se evaporan a base de clics en las redes sociales, la poesía de Raquel Lanseros pesa, y lo hace a partir de la memoria, desde la contundencia del compromiso con esa palabra que todo lo señala, que todo lo hace físico para que podamos calibrarlo de una manera precisa.
Por los poemas de Raquel Lanseros cruzamos todos nosotros, aunque la poeta hable de sí misma, de su experiencia, del origen de todo lo que ella es, de tiempos y espacios, de herencias del pasado y de un futuro en el que, como apunta en el remate del poemario, «todo vuelve a empezar». Si nos situamos en el principio, donde germina este libro, nos encontramos toda una declaración de intenciones de la autora al traernos las palabras de otra poeta, de nuestra Rosalía de Castro: «No, no puede acabar lo que es eterno,/ni puede tener fin la inmensidad». Ella, que hizo de la poesía descripción de la mujer, salvavidas ante la negra sombra, y expresión de unos sentimientos a los que la sociedad de su tiempo no estaba demasiado acostumbrada. Pues de esa otra matria de la poesía es de la que inteligentemente parte Raquel Lanseros, convocándonos a ese caminar por padres, naturaleza, infancia, viajes, guerras, caricias, tristezas, perros, lenguajes y senectudes, como auténtica celebración de la existencia.
«¿Quién es capaz de nacer más de una vez?», es una de las numerosas preguntas que nos reciben dentro del primer poema del libro. Un rosario de cuentas que ir separando a medida que pasamos las sucesivas páginas que nos esperan tras él. Preguntas que nos explican a la espera de las respuestas, a la expectativa de sintetizar nuestra esencia, aquello que alienta todo este texto convertido en un viaje sin naufragio que busca entendernos de otra manera, poner el punto de vista en ese otro lugar al que no estamos acostumbrados, siempre mirándonos de frente en los espejos que la vida sitúa ante nosotros.
Y es que si algo logra la poesía es focalizarnos de otra manera, aportar, desde la palabra, la contundente sensación de que somos una casa en construcción, una momentánea eternidad.



Publicado en Diario de Pontevedra 13/02/2019

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