venres, 17 de abril de 2020

Desasosiego/ 30. Garbo ríe



El aspecto gélido y distante de Greta Garbo saltó por los aires cuando se colocó ante la cámara dirigida por Ernst Lubitsch. Si alguien podía provocar la risa en la cara de la actriz sueca ese era el director alemán, amante de un humor inteligente y sofisticado, como lo era la propia actriz. Sumémosle a esta pareja la presencia de Billy Wilder en la labor de guionista y lo que tenemos es una de las películas más maravillosas de la historia del cine: ‘Ninotchka’.
La película se estrenó en 1939, con el nazismo a punto de provocar una Guerra Mundial. Lubitsch y Wilder habían huido de ese ambiente llevando a Hollywood un cine de sugerencias, lleno de cargas de profundidad que se deslizaban en el interior de sus historias de una manera como el cine americano no había visto nunca antes. En esta película, publicitada como la película en la que ‘Garbo ríe’, ambos sitúan la acción en Europa, en una comedia de enredo sobre la recuperación de unas joyas por parte de espías rusos. Pero toda la película gira alrededor de la actriz, de la que se conmemoran estos días treinta años de su fallecimiento en Nueva York, tras haberse retirado del cine en 1941, dos años después de filmar esta película y con solo 36 años, apartándose del mundo, envolviéndola en un aura de leyenda.
Greta Garbo llegó procedente de Suecia en los años veinte a Hollywood y rápidamente sus interpretaciones fascinaron al mundo del cine y a un público entregado a esa imagen hierática pero magnética que emanaba de sus interpretaciones. Con ‘La reina Cristina de Suecia’ sería nominada, la primera de cuatro veces, a los Oscar, premio que lograría, solo de manera honorífica, en 1953, pero que no fue a recoger, esta fue la película que acuñó su imagen dentro del imaginario de las estrellas del Hollywood clásico. Uno de los rostros más perfectos de la historia del cine, al mismo tiempo lleno de seducción y misterio.
Conocida como ‘La Divina’ o ‘La mujer que nunca ríe’ en ‘Ninotchka’ esa endiablada pareja de director y guionista nos ofrecieron uno de los mejores regalos de la historia del cine, la sonora carcajada de Greta Garbo. Una inmejorable compañía para, durante estos días del desasosiego, gozar del mejor cine que se haya hecho nunca. Seguro que no les será suficiente y a partir de ahí todo lo que puedan ver de Greta Garbo, Ernst Lubitsch o Billy Wilder se convertirá en una deslumbrante visión capaz de evadirnos del más maligno de los virus.



Publicado en Diario de Pontevedra 17/04/2020

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