luns, 3 de setembro de 2018

Un rincón para la música

Concierto del dúo Yoly Saa durante
el verano en La Gramola

El verano y sus terrazas. El verano y sus ganas de pasar horas disfrutando de la vida y de perder el tiempo sin más preocupaciones que las de sentirse a gusto durante un instante. Ciudades como Pontevedra, bellas y pensadas para el goce del ser humano, tienen en sus espacios públicos uno de sus lugares mágicos. Esas terrazas que ponen tan de los nervios a algunos por relacionarlas con una ciudad en donde todo se vincula con la hostelería y con ese ‘dolce far niente’, como si el resto de las ciudades estuviesen metidas en cadenas de producción industriales, se han convertido de nuevo en las grandes protagonistas de Pontevedra durante este verano que se agota entre tormentas y que ya huele a septiembre.
Es cierto que hay terrazas y terrazas y espacios y espacios, pero los que conocemos Pontevedra de largo creo que tenemos especial devoción por ese milagro de vida que alrededor de la estatua de Valle-Inclán (al que ya habría que devolverle su bastón) se ha originado en la plaza de Méndez Núñez por la confluencia de varios locales que han concedido a esta plaza el espíritu que ya se venía palpando en plazas como la Leña, la Verdura o Curros Enríquez. ‘La Botica’, ‘Chirala Bar’ o el recién llegado, ‘La Marujita’, se han venido a sumar al que por la tradición de ese local, el recordado ‘Pub Universo’, o por la propia construcción, la antigua casa del almirante Méndez Núñez o de los Hermanos Muruais, se le ha venido a sumar la identidad que sus propietarios le han concedido a ese negocio. Siempre suele ser lo más complicado en cualquier aventura hostelera el conseguir generar una atmósfera identificativa y única. En ‘La Gramola’ esto se ha conseguido a base de muchas buenas cosas a partir de horas de trabajo, pero a lo que ayuda muchísimo el interés por potenciar la música en directo. Aburridos de tantas sesiones de pinchadiscos entrar en un local en el que te encuentras un escenario y personas cantando es toda una gozada. Gente de mucho talento, a los que la vida nos les ha dado el empujón necesario para llegar más arriba en esto de la música, otros que todavía están comenzando, y quienes simplemente tienen en esta actividad una irrenunciable afición. Cualquiera de ellos son un tributo a la música en directo que se ha ido perdiendo lentamente entre la saturación de música enlatada.
Estar sentado en su cuidada terraza ante esa plaza repleta de historia y de historias de Pontevedra, o entrar y encontrarte un sencillo, pero sincero concierto en su interior, se han convertido durante este verano en uno de los grandes atractivos de nuestro ocio. Este tipo de locales son una bendición para cualquier ciudad, espacios que más allá de lo puramente especulativo generan ese ambiente que desde la música o la cultura no hacen más que enriquecer a la comunidad. Locales como ‘La Gramola’ o ‘La Taberna del jazz’, con numerosas actividades culturales a lo largo de todo el año, le conceden al sector de la hostelería un plus de calidad que beneficia no sólo a ese local, al asociar su marca a una iniciativa cultural, sino a la ciudad, que muestra así un latido en ese sector que muchas veces no tiene respuesta en otros ámbitos, pero que aquí brota de manera natural, como una salida a las inquietudes artísticas de muchos de nuestros vecinos y que de no existir este tipo de escenarios no podrían canalizar ese talento.
A poco de recuperar nuestras rutinas tras las vacaciones, sigan con la rutina de visitar estos locales. Pontevedra, con su día y su noche, con sus terrazas y sus refugios, es un enorme rincón para el goce de los sentidos.


Publicado en Diario de Pontevedra 29/08/2018


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