Concierto del dúo Yoly Saa durante el verano en La Gramola |
El
verano y sus terrazas. El verano y sus ganas de pasar horas
disfrutando de la vida y de perder el tiempo sin más preocupaciones
que las de sentirse a gusto durante un instante. Ciudades como
Pontevedra, bellas y pensadas para el goce del ser humano, tienen en
sus espacios públicos uno de sus lugares mágicos. Esas terrazas que
ponen tan de los nervios a algunos por relacionarlas con una ciudad
en donde todo se vincula con la hostelería y con ese ‘dolce far
niente’, como si el resto de las ciudades estuviesen metidas en
cadenas de producción industriales, se han convertido de nuevo en
las grandes protagonistas de Pontevedra durante este verano que se
agota entre tormentas y que ya huele a septiembre.
Es
cierto que hay terrazas y terrazas y espacios y espacios, pero los
que conocemos Pontevedra de largo creo que tenemos especial devoción
por ese milagro de vida que alrededor de la estatua de Valle-Inclán
(al que ya habría que devolverle su bastón) se ha originado en la
plaza de Méndez Núñez por la confluencia de varios locales que han
concedido a esta plaza el espíritu que ya se venía palpando en
plazas como la Leña, la Verdura o Curros Enríquez. ‘La Botica’,
‘Chirala Bar’ o el recién llegado, ‘La Marujita’, se han
venido a sumar al que por la tradición de ese local, el recordado
‘Pub Universo’, o por la propia construcción, la antigua casa
del almirante Méndez Núñez o de los Hermanos Muruais, se le ha
venido a sumar la identidad que sus propietarios le han concedido a
ese negocio. Siempre suele ser lo más complicado en cualquier
aventura hostelera el conseguir generar una atmósfera identificativa
y única. En ‘La Gramola’ esto se ha conseguido a base de muchas
buenas cosas a partir de horas de trabajo, pero a lo que ayuda
muchísimo el interés por potenciar la música en directo. Aburridos
de tantas sesiones de pinchadiscos entrar en un local en el que te
encuentras un escenario y personas cantando es toda una gozada. Gente
de mucho talento, a los que la vida nos les ha dado el empujón
necesario para llegar más arriba en esto de la música, otros que
todavía están comenzando, y quienes simplemente tienen en esta
actividad una irrenunciable afición. Cualquiera de ellos son un
tributo a la música en directo que se ha ido perdiendo lentamente
entre la saturación de música enlatada.
Estar
sentado en su cuidada terraza ante esa plaza repleta de historia y de
historias de Pontevedra, o entrar y encontrarte un sencillo, pero
sincero concierto en su interior, se han convertido durante este
verano en uno de los grandes atractivos de nuestro ocio. Este tipo de
locales son una bendición para cualquier ciudad, espacios que más
allá de lo puramente especulativo generan ese ambiente que desde la
música o la cultura no hacen más que enriquecer a la comunidad.
Locales como ‘La Gramola’ o ‘La Taberna del jazz’, con
numerosas actividades culturales a lo largo de todo el año, le
conceden al sector de la hostelería un plus de calidad que beneficia
no sólo a ese local, al asociar su marca a una iniciativa cultural,
sino a la ciudad, que muestra así un latido en ese sector que muchas
veces no tiene respuesta en otros ámbitos, pero que aquí brota de
manera natural, como una salida a las inquietudes artísticas de
muchos de nuestros vecinos y que de no existir este tipo de
escenarios no podrían canalizar ese talento.
A
poco de recuperar nuestras rutinas tras las vacaciones, sigan con la
rutina de visitar estos locales. Pontevedra, con su día y su noche,
con sus terrazas y sus refugios, es un enorme rincón para el goce de
los sentidos.
Publicado en Diario de Pontevedra 29/08/2018
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