La historia de los Oscar esta tan llena de alegrías como de tristezas, de reconocimientos como de olvidos. Alfred Hitchcock no logró ni una sola estatuilla por sus películas pese a estar nominado en cinco ocasiones como mejor director, conformándose con un Oscar honorífico; y de Cary Grant, ¿qué me dicen?, otro nombre en la lista de los premios honoríficos pero sin un sólo Oscar en su carrera. Estos son dos de los ejemplos más conocidos en el lado oscuro de estos galardones, llenos de cadáveres a ambos lados de la alfombra roja. Muchas películas quedan también sepultadas por una noche de olvido, pero años después resurgen de la oscuridad imponiéndose con sus calidades a las premiados. Desde esta edición tenemos una película más en esa lista: ‘Valor de ley’ de los hermanos Coen, nominada en diez apartados, y con cero Oscar, además de destrozar mi porra, se convertirá en un clásico del cine.
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