Son sus voces motivo de orgullo para Pontevedra, un canto solemne a la cultura desde una tradición secular que, surgida de nuestros templos, sirvió de expiación de pecados y ofrenda divina. Ultreia cumple sus bodas de plata, un milagro en estos tiempos de agitaciones sociales y extravagancias musicales, y lo celebra haciendo honor a su significado, a ese grito jacobeo de ánimo y continuidad en la labor realizada. Los muros de nuestra basílica marinera acogen hoy un concierto muy especial, un ‘adelante’ que permitirá ver y oír cómo, 25 años después, habrá caras diferentes, texturas vocales nuevas, pero tanto las de antes como las de ahora, permanecerán unidas por la magia que esa música coral, surgida de piedras y talentos anónimos, es capaz de provocar en el espectador. Los componentes del coro han sabido recuperar, perpetuar y poner en valor esas músicas que, de no ser por actos tan valerosos como este, permanecerían escondidas y alejadas del público, incrustadas en las páginas de antiguos códices como ese Calixtino del cual seguimos ignorando su paradero. Ultreia hoy le cantará, no sólo a su auditorio, sino a su historia y también a ese Códice, fundamental para su configuración como uno de los hechos musicales recientes más relevantes en nuestra ciudad. Saben que no encabezarán las listas de éxitos, pero también nosotros sabemos de la necesidad de su extraordinaria labor.
Publicado en Diario de Pontevedra 1/10/2011
Fotografía del Coro Ultreia en 1990
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