«Renace hoy ‘Diario de Pontevedra’. Es un resurgir obligado, gozoso, largamente aguardado. La circunstancia actual de la ciudad y de la provincia venía demandándolo. Anima hoy a Pontevedra- se advierte con claridad-un irrefrenable impulso que la ha encuadrado ya en el ritmo y en la tónica de vida de nuestro tiempo. Como ciudad y como capital de provincia, por sí misma y por su condición cada día más activa de centro político y geográfico. Pontevedra necesitaba un periódico, si fuera necesario explicar el porqué, diríamos, entre otras cosas, que es porque Pontevedra dejó de ser remanso; porque la ciudad detenida a finales del siglo pasado o en los comienzos del presente en una placentera contemplación e sí misma y en el goce de la belleza de su paisaje, de su equilibrio y empaque urbano, y de los bellos y sugerentes vestigidos heredados del pasado acaba de ser alcanzada por el signo de la aceleración , presentado desde hace años y temido por unos en la misma medida que es deseado por otros.”
Veinticuatro años llevaba Pontevedra sin un periódico diario. Sin una cabecera en la que el nombre de la capital figurase como altavoz de sus noticias e inquietudes. Un 15 de septiembre de 1963 el Diario de Pontevedra recuperaba la actividad detenida tras el fin de la Guerra Civil. Con esa vuelta a la vida Pontevedra clausuraba una de las numerosas heridas que la Guerra Civil fue dejando entre las sombras de esta ciudad de piedras, historia e historias. Cuando se cumplen cincuenta años de aquel hecho no podíamos olvidar los nombres de José Luis Olmedo Limeses, Juan Santos Villar, Enrique Moldes Pereira y Emilio Vázquez Rodríguez. Ellos llamaron a la puerta de Eugenio González de Haz, vinculado a los medios de comunicación y que ostentaría la presidencia del recién creado Consejo de Administración, mientras en la dirección del periódico figurabaEnrique Paredes Estévez. Todos ellos marcharon a Madrid, acompañados por el alcalde,José Filgueira Valverde, para lograr la autorización pertinente de cara a que el periódico regresase a las calles de Pontevedra. Con Manuel Fraga en el Ministerio de Información y Turismo y Pío Cabanillas como bastión del pontevedresismo en la capital de España, el proyecto se materializó y nació con un número extraordinario envuelto en esta deliciosa portada que aquí reproducimos. Varias imágenes aéreas de Pontevedra, detalles de la provincia paridos desde el talento de José Conde Corbal y como no, laVirgen Peregrina en el centro de aquel número que costaba cinco pesetas.
Tras él vinieron muchos más, hasta hoy, y que siga, que la cosa no pinta bien para los medios en papel, pero esta ciudad y todas las ciudades necesitan de un vínculo en papel que una a todos los ciudadanos bajo una cabecera. Esa es la esperanza. Un parón en su publicación por motivos económicos en 1967 se corrigió apenas un año después con aquellos valientes cooperativistas acaudillados por Pedro Antonio Rivas Fontenla, ellos manejaron el timón entre aguas no siempre calmas hasta la llegada del Grupo de Comunicación El Progreso en el año 2000. Y en esas estamos, pero nada, absolutamente nada de lo sucedido después tendría sentido sin aquella revivida Pontevedra de 1963 en la que su equipo de fútbol ascendía a Primera División y en la que, en ese mismo mes de septiembre, el General Franco inauguraba la fábrica nacional de Celulosas, símbolo del despertar económico. Con el Diario de Pontevedra la ciudadanía se acercaba a España para conocer la alternativa de ‘El Cordobés’, la inauguración en Barcelona del Museo Picassoo el fallecimiento de los escritores Luis Cernuda y Ramón Gómez de la Serna y al exterior para asistir a la división del mundo en dos grandes bloques: el capitalista y el comunista, a la publicación de ‘Rayuela’ de Julio Cortázar, a la marcha de más de 200.000 personas en Washington lideradas por Martin Luther King o al asesinato del presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.
Noticias y más noticias que desde aquel momento llenaron miles y miles de páginas. Desde lo puramente local hasta lo internacional, un enlace permanente hacia el exterior y entre nosotros mismos, en definitiva, el latir de la vida recuperado en aquel 15 de septiembre de 1963 y que se ha mantenido gracias a tantos y tantos nombres hasta nuestros días. Todos ellos son parte de una historia que solo tiene sentido gracias a ustedes.
Publicado en Diario de Pontevedra 14/09/2013
Por eso el Diario de Pontevedra cumple 50 años y no la mentira de que tiene 124 como reza en la cabecera.
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