Entre los muchos significados del mes de septiembre figura el del
comienzo de la actividad académica. Así es como la Facultade de Belas Artes
lleva ya varias jornadas con sus aulas a
pleno rendimiento y junto a la formación, en esta carrera tan singular, también
debe constar la exposición, y así sucede desde el pasado jueves 12 y hasta
el 23 de octubre en la ya imprescindible
para esta ciudad Sala-X. Para abrir el fuego nada mejor que los propios
profesores, los que imparten las materias ahora se muestran desde su faceta
artística a los propios alumnos.
Comienza el curso en la
Facultade de Belas Artes y la primera exposición de la Sala-X corre a cargo de los
que deben impartir magisterio. Unos profesores que compatibilizan esa labor
docente con su imperiosa necesidad de crear, de abordar lo que les rodea desde
el punto de vista artístico. En esta ocasión son tres los elegidos, tres
creadores de reconocido prestigio y trayectoria, como son Javier Tudela, Chelo
Matesanz y Anxel Huete.
Desde esa triple perspectiva se presenta la tercera edición de
‘Ex-profeso’, tres maneras de aproximarse a la realidad pero en las que una vez
reunidos se aprecia ese deseo común de hacer participar al espectador en cada
una de sus propuestas, con un cuidado análisis del espacio, muy condicionado
por otra parte por la propia sala, pero al que los artistas son capaces de
sacarle el máximo partido. Ese coqueteo con el espectador lleva a crear
curiosas e interesantes relaciones entre éste y la propia obra de arte.
Javier Tudela nos recibe con una curiosa instalación bajo el nombre de
‘Quiero ser un artista alemán’, provocación y desafío se citan a partes iguales
en una vistosa propuesta en la que se encierran muchas de las dudas que acosan
al arte contemporáneo. Su siguiente propuesta nos lleva a un clásico dentro su
arte, la creación de piezas a partir de objetos convencionales que nos
encontramos en nuestro día a día, cambios de escala, elementos fuera de su
hábitat habitual, conforman ese sentido lúdico del arte siempre presente en su
trabajo.
Chelo Matesanz nos abruma con ese gran telón de tela cosida acompañado de
dos piezas diferentes en lo formal, pero muy próximas en lo conceptual, en un
homenaje a Lee Krasner, la presencia femenina en la importantísima abstracción
americana del pasado siglo.
Al fondo de la sala nos espera Ánxel Huete que continúa investigando
sobre las posibilidades de la pintura, esa misma que nos marcó a una generación
con su inolvidable intervención en el Doble Espacio del CGAC en los noventa.
Aquí se plantea una doble dirección, por un lado un guiño a la tradición de la
pintura con dos bodegones de caza, y por otro una espectacular intervención en
un espacio nada fácil para trabajar, en el que dos murales nos presentan su
serie ‘Realidad subyacente 2004-2013’ ,
un juego de transparencias sobre una superficie en la que diferentes imágenes
se han ido sedimentando a lo largo de los años. Una captación pictórica del
tiempo y las circunstancias de la vida convertidas en obra de arte.
Tres percepciones que colocan a los docentes en su otra vertiente, la de
artistas, la de generadores de una opción creativa ante la que se pueden sitúar
los alumnos a los que ellos mismos impartirán clase a lo largo del año. Javier
Tudela, Chelo Matesanz y Ánxel Huete componen un tríptico de experiencias que
no deberíamos perdernos, es el inicio de un nuevo curso, de una temporada de
creatividad e ilusión por lo artístico. Seamos parte de él aportando nuestra
presencia, el trabajo de todos ellos así lo merece y necesita.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 15/09/2013
Fotografía Alba Sotelo
Ningún comentario:
Publicar un comentario