La última obra
de divulgación de James Rhodes es un espectacular manifiesto en
forma de playlist sobre los genios de la música
Hay libros que te
cautivan sólo con verlos. Publicaciones que cuando caen en tus manos
son capaces de hipnotizarte con su aspecto y su contenido. Esta
percepción se incrementa cuando ese libro habla de música y de
músicos, de grandes genios de la historia de la música que aquí se
alejan de los tediosos discursos que tantas veces ensombrecen la
música clásica, presentándose de una manera distendida,
visualmente atractiva, y llena de curiosidades que, al fin y al cabo,
son las que muchas veces nos importan más de la gente de éxito.
Porque nadie debe dudar que Bach, Mozart, Beethoven, Chopin,
Schubert, Rachmaninov o Ravel fueron grandes estrellas de su tiempo.
Incomprendidos a veces y como se definen en este libro: «Rebeldes y
revolucionarios de la música».
James Rhodes, el
conocido pianista cada vez menos inglés y más español, nos
presenta a todos ellos bajo su batuta, bajo su manera de entender
cómo la música clásica responde a unos criterios que pueden ser
perfectamente equiparables a los que se manejan con otros músicos de
un mayor reconocimiento popular. Todos estos rebeldes, como el propio
James Rhodes, tienen una causa común, la música. «Cierra los ojos
un momento e intenta imaginarte un mundo sin ella», exclama el autor
del libro en la primera línea de su introducción, como la clave que
rodea a todo este trabajo, la exaltación de la música como parte
esencial del ser humano, como recurso de libertad desde el principio
de los tiempos y hasta nuestros días.
Cuando James Rhodes
actuó en Pontevedra hace tan sólo unos meses nos dejó bien clara
su capacidad para empatizar con el público, para hacer de su manera
de tocar y entender su relación con el piano una singular conexión
con el espectador, muchos de ellos a los que posiblemente nunca se
les hubiera ocurrido pagar una entrada para asistir a un concierto de
piano. Pero el talento y el virtuosismo del pianista excede a su
calidad como tal, y se prolonga con esa capacidad que tienen ciertas
personas para trasladar mensajes a la sociedad que en el caso del
pianista convierten a la música en su gran activo.
La editorial Planeta
propicia con este volumen una nueva manera de relacionar a James
Rhodes con la sociedad, y lo hace con un libro magnético. Desde esa
portada, entre lo pop y lo psicodélico, con un sinfín de
ilustraciones a cargo de Martin O’Neill, James Rhodes nos cuenta a
través de una playlist, que se presenta al inicio del libro, la que
sería su lista musical definitiva, en la que selecciona dos obras de
cada uno de los músicos anteriormente citados. Es entonces cuando
nos adentramos en la genialidad de cada uno de esos autores, desde
Bach, «el padrino»; hasta «la malacara» de Rachmaninov; pasando
por Beethoven, «la primera estrella del rock»; o Chopin, «el
hombre de la medianoche». Frente a cada uno de ellos James Rhodes
despliega una serie de datos para contextualizar al autor en su
época, también cómo sus músicas fueron empleadas muchos años
después en el cine, así como una serie de curiosidades sobre sus
vidas que hacen empatizar al lector con esos acontecimientos
personales a los que tantas veces los manuales de música dan la
espalda, cuando en realidad marcan la vida de las personas, tanto de
las famosas como de las anónimas. Es entonces el turno de
diseccionar y explicar, eso sí, a su manera, como diría el
mismísimo Sinatra, esas dos composiciones seleccionadas, siendo
capaz de que podamos ver la música, algo que se entiende abstracto,
pero que cuando se le pone palabras puede llegar a verse, ya que al
fin y al cabo, como lenguaje que es, su finalidad es transmitir
emociones, sensaciones o experiencias de la propia vida del autor.
James Rhodes ha
sentido, a través del íntimo contacto de sus teclas con el piano,
lo que se esconde detrás de esas notas, y desde su manera clara y
desenfadada de hablar, nos lo traduce de una forma como no se había
hecho antes. El libro se completa con varias entradas en las que se
explican diferentes elementos de la música como el lenguaje musical,
la configuración de una orquesta o la cronología de la música
clásica, surgiendo así un trabajo que nos acerca de una manera
arrebatadora a uno de los grandes misterios de la creación humana,
la música, y su emocionante combinación de sonidos y silencios.
Publicado en Diario de Pontevedra 2/10/2019
Fotografía. James Rhodes en la presentación del libro (Efe)
Ningún comentario:
Publicar un comentario