domingo, 17 de xaneiro de 2021

Todo está en los libros

 

[Ramonismo 52]

'Simón’, el libro de Miqui Otero, lleva meses, desde su sinceridad y ternura, emocionando a los lectores




CERRAMOS el complicado año 2020 con dos libros que impactaron en nuestro sistema literario como dos meteoritos caídos sobre la faz de la tierra. Uno, el ensayo de Irene Vallejo, ‘El Infinito en un junco’, cuyo rastro pasó por este Ramonismo allá por el mes de abril, cuando todo era desolación y caos, y ese junco se hizo firme rama sobre la que apoyarse; el segundo, es esta novela, ‘Simón’, firmada por Miqui Otero (Barcelona, 1980), quien a su lugar de nacimiento une unos más que poderosos lazos, familiares, emocionales y hasta laborales, con nuestra Galicia.

Desde su salida de la imprenta de Blackie Books (la misma que estos días reedita en edición de bolsillo su anterior y también aplaudida novela, ‘Rayos’) esta llama naranja ha ido alumbrando mentes y acariciando corazones entre los miles de lectores que la han convertido en una de esas narraciones que marcan un año que, hablando del año del que estamos hablando, toma un plus de importancia, un cariz casi de servicio público, por lo que tiene de refugio ante la tormenta, de guarida ante el naufragio que todos hemos sufrido.

Todo ello gracias a este cruce de vidas, de experiencias vitales que te engullen como el reflejo de una historia vivida por uno mismo. Una época, un tiempo que se pega a todas estas palabras escritas con una naturalidad y en un estado de gracia que hacen de esta novela ese éxito que no deja de crecer. ‘Simón’ es esa caricia que todo lector necesita para entender que la vida puede convertirse en un itinerario literario, con sus picos y sus simas, con sus gozos y sus lamentos, en definitiva, con esos dientes de sierra que convierten este caminar por la realidad en una montaña rusa de emociones que son las que nos van haciendo, las que nos construyen como personas en las que se entremezclan lo que somos, nuestra identidad, con aquello que viene de fuera, ese hábitat que nos rodea y que nos modela, desde lo familiar, las amistades, los amores y los trabajos. También las geografías, que aquí son, por lo tanto, bien importantes, desde esa Barcelona germinal anclada en el olímpico año clave de 1992 hasta la Galicia convertida en saga/fuga levitante de Castroforte del Baralla, pasando por los diferentes escenarios y territorios por los que se mueve esta novela cuyo argumento es el relato de una vida, la vida de Simón y, pegada a ella, la de su primo, y la de Estela, y la de su familia, y la de los azares que traen, como botellas procedentes del océano, otras vidas a las nuestras, para generar así un fresco exultante de lo que significa vivir, con lo bueno y lo malo, con mirar las estrellas pero también con el dolor que nos endurece la piel, o como escribe el gran Joan Margarit: «una herida es también un lugar donde vivir». Parte final de un poema que se incorpora como se hace con numerosas aportaciones de luminosos autores que preñan el libro de esa pisada de la cultura en cuya huella los demás podemos poner el pie para ver cómo nos queda lo dicho. Montaigne, Scott Fitzgerald o César Aira jalonan los pasos de Simón y nos ponen al tanto de la radical importancia de la cultura en la formación de una vida. Todo está en los libros, se repite una y otra vez a lo largo del texto, algo que una vez que avanzamos en el relato veremos como no sólo se refiere a historias, pensamientos o emociones, sino a ciertas sorpresas que pueden variar ese itinerario vital planteado anteriormente como eje axial de este libro. 

Esa tensión entre la cultura y la vida se mantiene durante toda la novela: «Que las canciones son para escucharlas, las películas para verlas y las novelas para leerlas mientras se intenta buscar una vida y no para vivirlas desde dentro ni para protagonizarlas». Como esta maravillosa frase el libro está plagado de líneas que logran que te detengas a su fin para volver sobre ellas, para pensarlas y repensarlas en tu propio contexto vital. Ese es el gran músculo de ‘Simón’, la capacidad para contenerte, para hacer de espejo de los últimos años de todos nosotros y que, junto a este guion, vamos armando el nuestro, al tiempo que nos dejamos acariciar por una novela inolvidable.



Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 16/01/2021

 

Ningún comentario:

Publicar un comentario