Qué alegría supone siempre descubrir a un escritor que te consigue
emocionar. Un autor desconocido, por lo menos para el que esto suscribe, lleno
de recursos para que los sentimientos se entremezclen con la buena literatura,
algo que no siempre es fácil, sobre todo si no se acude a caminos efectistas.
Dicen de él que su gran novela fue la anterior. Que leer ‘La hora
violeta’ es un paso imprescindible para conocer a Sergio del Molino y su
literatura, colmada de adjetivaciones beatíficas por parte de importantes
escritores. Yo hoy les hablaré de ‘Lo que a nadie le importa’, una novela que,
en su presentación pública llevará al autor durante esta semana a Santiago de
Compostela, el martes 21, y a Pontevedra el miércoles 22 para, en la librería
Cronopios de cada una de esas ciudades, mostrar su universo literario y
personal. Acudan, que no se arrepentirán.
Hacía tiempo que unas páginas no me sacudían tanto como sucede con las
primeras páginas de este libro. Medido y conciso el autor te mete de lleno en
la vida de una persona contada a través de su nieto y todo a partir de una
frase pronunciada momentos antes de su muerte ante toda su familia, y dirigida
a su mujer: «Calla, que de ti no quiero ni que me cierres los ojos». Una frase,
una cascada. A partir de ahí la búsqueda de explicaciones a todo lo que se
encierra tras esas palabras aceradas. Es
entonces cuando su nieto escarba en la memoria de su abuelo, en los recuerdos
que le ha ido contando en mayor o menor medida para intentar establecer un mapa
vital que explique ese momento final. Devenir desde el que el autor describirá de una manera sorprendente
por lo estudiado del asunto episodios militares de la Guerra Civil ,
definiendo parte de ese paisaje humano y vital de este país, en las décadas
centrales del siglo XX, al cual se acudirá también gracias al su posterior
trabajo de dependiente de El Corte Inglés.
Muchos silencios, personales y colectivos, van jalonando las diferentes
estaciones de ese viaje con olor a after shave y cartillas de racionamiento,
combinados con el ruido del lenguaje de Sergio del Molino. Encabritado, veloz,
pletórico de fuerzas que luchan entre sí para generar un dinamismo que te
seduce desde esas afrancesadas primeras páginas, ya inolvidables para un
servidor. Un relato que juega a ser muchos relatos, novela, memoria, ensayo...
todo ello en ebullición es este libro apasionado y apasionante en el que nos encontramos
latigazos como este: «Vomitó la parte del miedo que aún no había digerido.
Volvió a sudar. Volvió a sentir. La mortalidad le atravesó el cuerpo como una
fiebre. Se llevó una mano al bolsillo de la camisa para asegurarse que el
tabaco seguía allí. El tabaco como prueba de vida. Solo se robaba a los
muertos, nadie le quitaba el tabaco a un herido».
Publicado en Diario de Pontevedra y El Progreso de Lugo 19/10/2014
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