mércores, 10 de xullo de 2019

Vetas profundas

Fernando Aramburu nos presenta un puñado de poemas para que sintamos la capacidad de la poesía para desencadenar experiencias


SÍ, FERNANDO Aramburu, el autor de ‘Patria’. Pero antes de ‘Patria’ y después de ‘Patria’ hay toda una vida volcada en la palabra, en la escritura, pero también en la lectura. Y son, precisamente esas lecturas, las que pone ante nosotros este autor amante de la poesía y de su capacidad para provocar la catarsis en el lector, seleccionando cuarenta poemas y otros tantos autores para reflexionar, a partir de uno de sus poemas, sobre esas posibilidades de la poesía para provocar el pellizco, para suscitar la emoción, para redimensionar nuestro mundo.
Vetas profundas’, editado por Tusquets (¡felicidades por estos cincuenta años de libros!) compila esa selección de poemas de grandes de nuestras letras acompañados por un comentario de Fernando Aramburu, en unos textos que ya fueron publicados en el suplemento cultural ‘Territorios de la cultura’ en el periódico ‘El Correo’. Ahora, aquí agrupados, bajo una cuidada edición, conforman un todo, un hatillo al que volver de vez en cuando para comprender la poesía como un itinerario de vivencias y sensaciones, como un diapasón de sentimientos que emergen de la palabra escrita, de la imagen provocada, del abisal silencio del interlineado, en definitiva, del poema como océano para la navegación del lector.
Así es como Fernando Aramburu dispone una procesión de autores que van de Garcilaso de la Vega a Pablo Neruda, de Rubén Darío a Gil de Biedma, de Luis de Góngora a Francisco Casanova, de Quevedo a Miguel Hernández, y así se conforma una Santa Compaña que con sus poemas ponen luz allí donde suele haber oscuridad. Fernando Aramburu vincula cada uno de esos puntos de luz seleccionados con su propia vida, con ese momento en que se depositaron ante su vista para ser ya una mirada permanente hacia la poesía. Esa mirada se vuelve compartida en una acción impagable para el lector que regresa a palabras ya conocidas y descubre otras que ya forman parte del viaje. Junto a los poemas, las palabras de Fernando Aramburu, con su prosa clara, aquí didáctica, completa textos y autores explicando muchas de las variables que se esconden bajo la obra y la vida de todos ellos.
Nuestro paisano, el ourensano, José Ángel Valente, decía que «el poeta tiene que vaciarse de su yo», desprendiéndose así de la carga íntima para poder leer el universo. Esta frase inicia la entrada en el libro de otro poeta inmenso, afortunadamente en proceso de legitimación de su obra, Juan Ramón Jiménez, que según Fernando Aramburu procedía a la manera contraria. Ese equilibrio entre el yo y el todo, es lo que va a marcar la obra de los poetas, el alambre en el que hacer equilibrios para proponer un verso, para descifrar la realidad como una suerte de terapia. Y es que la poesía tiene mucho de eso, de alivio ante el luto, incluso de bálsamo ante la excesiva felicidad que ciertos sentimientos nos conceden. Entiendan la poesía como una medicina y en estas noches de verano hagan como este lector e ingieran una de estas propuestas, de verso y prosa, antes de acostarse, les auguro un efecto beneficioso desde la primera toma, desde que la poesía se haga sitio en su interior y les convierta en seres mejores.



Publicado en Diario de Pontevedra 10/07/2019

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