mércores, 14 de novembro de 2018

¡Ánimo animal!

El mundo de la música y la creación celebra los 75 años de Luis Eduardo Aute con varios discos y un concierto homenaje


ESA EXPRESIÓN, tan salvaje como decidida, es bajo la que se amparan un buen puñado de músicos y cantantes que el próximo 10 de diciembre se reunirán en Madrid para, junto a la banda del propio Luis Eduardo Aute, hacer un repaso a su discografía. ¡Ánimo animal! es el mensaje que todos ellos le quieren enviar a uno de los talentos musicales más grandes que haya dado este país y del que no pocos han bebido, tanto en sus canciones como en sus propias vidas. Se celebra así que Luis Eduardo Aute cumple en este año, complicado por su salud, 75 desde su nacimiento, y 50 desde su debut musical. Una larga trayectoria que nos ha dejado momentos memorables y canciones inolvidables, auténticos cánticos generacionales que se han ido poco a poco sedimentando en todos nosotros hasta formar parte de lo que hoy somos.
Pero hasta ese día de diciembre a su alrededor se están sucediendo diferentes convocatorias, como la que nos deja en su voz los poemas de nuestro Carlos Oroza. Poeta libérrimo y ácrata, un verso libre que encaja muy bien con el propio Aute que ahora pone música a seis de sus poemas, junto a otros materiales, en una iniciativa de la viguesa editorial Elvira bajo el título de ‘Aute canta a Oroza’. A ello tenemos que sumarle que el viernes se publica un disco grabado en directo durante su última gira en los conciertos de México y Madrid, con el brillante título de ‘La luz y la sombra’. Como la propia vida, un baile de luces y sombras, donde estas se suceden y por donde Luis Eduardo Aute ha configurado su camino desde la música, la poesía o la pintura. Un creador incansable al que en Pontevedra hemos recibido en varias ocasiones como activo en todas esas facetas. La más desconocida, como pintor, fue en un lejano 1988 cuando trajo sus pinturas a la sala de exposiciones del Teatro Principal. «Yo pinto desde que tengo uso de razón. Quería ser pintor desde muy pequeño y me lo planteé muy seriamente, pero luego se me cruzó por delante una guitarra y empecé a escribir poemas y a musicarlos». Así explicaba a este medio en aquel año esa diversidad creativa que, desde entonces, no ha dejado de multiplicarse a partir de esas encrucijadas de soportes que al fin y al cabo vienen a responder a una misma necesidad, la de expresar todo el caudal de sensaciones que se acumulan en su interior.
La belleza’, ‘De alguna manera’, ‘Slowly’, ‘Cine, cine’, ‘Al alba’, ‘Una de dos’, ‘Alevosía’, ‘Anda’, ‘Las cuatro y diez’, ‘Sin tu latido’... ¿quieren que siga?, porque podría continuar hasta completar el espacio que resta de este artículo y más allá con todas esas canciones maravillosas por las que muchos de nosotros hemos transitado en algún que otro momento. La música, como pocas artes, tiene la capacidad para engullirte, para cogerte del cuello de cuando en cuando y moverte a otros tiempos, a otros lugares y a otras compañías. Luis Eduardo Aute, con o sin salud, siempre será la persona que nos ha dejado eso tan impagable en una vida como son los momentos que nunca se olvidan, y con ellos sus bandas sonoras, pellizcos en la piel que te agitan para darte cuenta de lo vivido y de lo sentido. Una deuda eterna la que tiene todo su público con alguien capaz de lograr eso.
Prepárense porque durante estos días y semanas volveremos a recuperar muchos de esos momentos, instantes que nos pondrán ante el espejo para contemplarnos junto a un grande de nuestra cultura, junto a un poderoso animal.



Publicado en Diario de Pontevedra 14/11/2018
Fotografía: Luis Eduardo Aute en su última visita a Pontevedra en 2012 (Rafa Fariña)

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