UNOS DÍAS antes del 23-F los Tejero, papi incluido, montaron una ‘fiestuqui’
para recordar la hazaña del patriarca al cumplirse 33 años de la misma. Lo
hicieron en un cuartel madrileño de la Guardia Civil , junto a algunos nostálgicos
golpistas, entre músicas y risas, para disfrutar de una paella servida por
agentes de servicio y de una exhibición de material militar.
No me dirán ustedes que si al bueno de Jordi Évole se le ocurre incluir
en su famoso programa dedicado al 23-F este guateque cutre de tricornios y
paellas nadie le creería, o le acusarían de plagiar un argumento de Berlanga, y
en cambio, una vez más, asistimos perplejos a cómo la realidad es capaz de
superar la ficción.
Había ayer quien echaba de menos un ‘selfie’ de los presentes, una
instantánea de bigotes, gafas de sol, farias y tinto de garrafón para seguir
descifrando a esta histriónica España, y yo, aun no la descarto.
Publicado en Diario de Pontevedra. Entre Dous. 18/03/2014
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