Rue Saint-Antoine nº 170
Memoria. El 15 de junio de 1977
España se reencontraba con las urnas. Por primera vez en 40 años los ciudadanos
podían elegir libremente a sus representantes en las nuevas Cortes
constituyentes. Pontevedra participó de esa recuperación de la libertad con una
masiva asistencia a votar y Diario de Pontevedra con dos portadas para la
historia
Desde
febrero de 1936 el pueblo español no había vuelto a ser llamado a unas
elecciones libres. La muerte del dictador en abrió el proceso de la Transición que vivió
uno de sus capítulos fundamentales hace ahora cuarenta años. Aquel 15 de junio
de 1977 y con un país alfombrado de octavillas políticas, con las paredes de
los bajos de sus edificios atestadas de propaganda electoral y con los
periódicos hasta arriba de listas con los candidatos de las diferentes
propuestas políticas, los ciudadanos recuperaron uno de sus valores máximos en
comunidad, como es el derecho al voto, a elegir libremente a sus representantes
en las Cámaras, Congreso y Senado que, en este caso, tendrían una función muy
concreta, como era la de legislar una nueva Constitución que sepultase definitivamente
el sistema franquista, lo que desembocaría en nuestra actual Constitución,
aprobada en 1978.
«El
pueblo ha recobrado su sonrisa» es el editorial que Pedro Antonio Rivas
Fontenla, director de Diario de Pontevedra, publicó el 16 de junio: «...el
pueblo, de quien emana todo poder, ha concurrido a ejercer su sagrado derecho a
decidir los que han de gobernarte y legislar, un derecho que, hasta ese día, se
les había administrado con cuentagotas». Un mismo día pero dos periódicos, esto
es fueron dos las ediciones que dieron cuenta de la importancia de aquella
fecha, una segunda edición que, quien esto escribe, solo había encontrado en
este medio tras el magnicidio de John F. Kennedy. Así es como nos encontramos
con dos portadas de Diario de Pontevedra para aquel 16 de junio, la primera
hace hincapié en que España entra en la democracia, ya que pese a la muerte de
Franco en noviembre de 1975, fue ese día el que marca el total restablecimiento
de las libertades del individuo. En ella aparecen los últimos datos del
escrutinio de los que se tiene conocimiento y que son de las cuatro menos diez
minutos de la madrugada. La segunda de las portadas certifica ya la mayoría de la Unión de Centro Democrático,
el segundo lugar del sorprendente Partido Socialista Obrero Español, y el
tercer puesto de Alianza Popular. La portada establece la hora de la que son
esos datos, las doce y media de la mañana, por lo tanto se realizó una segunda
edición, en la que gran parte del periódico es idéntico al primero, pero con
varias páginas en las que se ofrecen numerosos datos sobre lo que ha sucedido
en diferentes provincias de España. Se vuelve a repetir esa misma editorial en
la que nos encontramos reflexiones como ésta sobre el comportamiento del pueblo
español a la hora de enfrentarse de nuevo con las urnas: «Y lo ha hecho con
serenidad, con una educación cívica y política que habrá avergonzado a todos
cuantos- para manejarlo a su antojo, para aprovecharse de él; para expoliarlo y
convertirlo en una finca particular-, han sostenido durante décadas que el
nuestro era un pueblo ingobernable que confundía libertad con libertinaje».
No
tuvo que ser una noche fácil aquella en la redacción del periódico, al
sentimiento de encontrarse ante una velada histórica se le sumó un suceso, el
aparatoso incendio en los talleres de confección de la pontevedresa Tery,
ubicados en la calle Joaquín Costa, cuya fotografía se coló en esa portada
histórica. Ese era el día a día de una ciudad que aquel miércoles de junio
recuperaba el sentirse dueña de su destino con la posibilidad de elegir a los
políticos que la representasen en el Congreso tras las siniestras décadas
vividas desde la Guerra
Civil.
A pesar de ese sobresalto, que se limitó a daños materiales, la jornada
electoral se vivió bajó una total tranquilidad en la ciudad de Pontevedra
evidenciándose así la «total serenidad y ciudadanía del pueblo». La afluencia
de electores fue constante a lo largo de toda la jornada y en algunos colegios
se tuvo que prolongar el cierre para facilitar el voto de quienes esperaban
para hacerlo. Los mayores instantes de afluencia tuvieron lugar entre las 13 y
las 18 horas. A las 22,15 se tiene el primer escrutinio de una mesa en
Pontevedra, la sección cuarta del distrito segundo. Sobre ochocientos y pico
electores se recogieron 708 papeletas. UCD obtuvo 269; Alianza Popular, 145,
PSOE, 88; PSP, 76. Esta tendencia definió el resto de la noche en otras mesas,
con la aplastante victoria de la
Unión de Centro Democrático liderada por Adolfo Suárez; y variaciones
entre la distancia entre la
Alianza Popular de Manuel Fraga y el Partido Socialista de
Felipe González con el Partido Socialista Popular de Tierno Galván en cuarta
posición. Datos que fue confirmando desde la una de la madrugada el gobernador
civil, Faustino Ramos Díez.
A
nivel provincial UCD lograría seis escaños del Congreso y tres del Senado. El
PSOE un diputado, Alianza Popular otro y Candidatura Democrática Galega, un
senador. Mientras, en el global de España: UCD alcanzaría los 168 diputados,
PSOE, 116; PCE, 19 y AP, 17.
Durante
los siguientes días se irían registrando pequeñas variaciones en el recuento de
votos de una maquinaria electoral todavía incipiente, pero lo más difícil ya se
había hecho, poner una losa más sobre el franquismo, elegir a nuestros
representantes y que un día tuviera dos portadas. Dos portadas para la
democracia.
Publicado en Diario de Pontevedra 12/06/2017
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