xoves, 26 de maio de 2022

Un libro y una librería

 

[Ramonismo 112]

'Un bosque flotante’ es un maravilloso relato que surge de los recuerdos de un niño como anclaje frente a culpa y olvido



Escribe el mexicano Jorge F. Hernández en un pasaje de ‘Un bosque flotante’ (Alfaguara) lo siguiente: «...la novela en realidad cuaja cuando es leída por alguien que la compra, que la recibe de regalo o que le cae en las manos en el inesperado vagón de un tren de vida». A esto me agarro para defenderme de los meses en que este maravilloso libro ha estado aguardando su tren en una estantería de mi casa esperando ese momento en el que, debido a una circunstancia imprevista, fue requerido para mi lectura, enfrentándome a un relato lleno de virtudes que transita por la memoria de un niño entre dos culturas, la mexicana y la estadounidense, adentrándose en una infancia llena de descubrimientos, remordimientos y espacios luminosos en el interior de ese bosque de sombras que supone para todos esa etapa vital.

Citaba una hecho inesperado que me llevó a recordar que hace unos meses había llegado a mí este texto firmado por este escritor, historiador, colaborador en medios de comunicación y, hasta hace bien poco, director del Instituto Cultural de México en Madrid, cesado de ese cargo por manifestarse públicamente a favor de «la lectura por placer», como si hubiera alguna razón más importante para hacer uso de esa cualidad humana (a buen seguro que detrás de esa justificación hay alguna sombría cuenta pendiente). Ese hecho nace de una voltereta del destino, Jorge F. Hernández, como si quisiera hacer de esa ridícula justificación de despido un sendero de vida, será quien rija en breve los destinos de la mítica librería madrileña ‘Pérgamo’, que, abierta desde 1946, se veía ya con la verja cerrada y el horno de una pizzería en el interior de su emblemático local del distrito de Salamanca, hasta que un empresario mexicano la compra (¡sí, un puritito milagro!) con el aval de tiempos pasados en los que, a buen seguro, logró allí tantos goces de la lectura, convirtiendo en librero al autor de ‘Un bosque flotante’.

Tras escuchar esa noticia no cabe duda que Jorge F. Hernández será un extraordinario librero, solo hace falta leer este libro y, en especial, el capítulo ‘Read. Lee’, en el que se despliega un desbordante amor por la lectura, por el descubrimiento de textos que serán sagrados desde la infancia, haciendo del crecimiento humano un permanente asidero a las enseñanzas que se encierran en ellos.

Un bosque flotante’ es un libro sobre ese ajuar tan preciado que todos portamos como es la memoria, la nuestra, pero también la de los que nos rodean, y que en ocasiones pierden, afanándose en su recuperación, como le sucedió a la madre del autor, pero también es el intento de comprender los diferentes escenarios de nuestra vida. Geografías pobladas de fantasmas que debemos serenar, de preguntas sin respuestas que solemos evitar hasta que ese mismo destino pone ante nosotros, tal y como estos días la ventura ha puesto en mis manos un libro y en las de su autor una librería. Ambos, contenedores de palabras y emociones, territorios de libertad en los que el ser humano se vuelve invencible para despejar todas esas sombras con que la vida acostumbra.

 

 

Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 14/05/2022


mércores, 25 de maio de 2022

Covid en negro

 

[Ramonismo 111]

Los tradicionales relatos policiales de Petros Márkaris se vinculan en ‘Cuarentena’ a los efectos del coronavirus



CREADOR de uno de esos personajes que pasarán a la historia de la novela negra, el comisario Jaritos, el escritor griego Petros Márkaris en su último libro, ‘Cuarentena’, nos lo presenta como protagonista en dos relatos dentro de un conjunto de siete en los que la pandemia generada por el coronavirus transforma nuestra realidad, haciéndolo desde la cotidianeidad de los más desfavorecidos, aquellos que viven en la calle, hasta el día a día de las investigaciones policiales, condicionadas por las medidas sanitarias para frenar a quien ha puesto patas arriba nuestras vidas, convirtiéndose en el más peligroso, e inesperado criminal de nuestros días.

Como es habitual en Petros Márkaris su literatura es tan accesible al lector como beneficiosa para quien guste de leer este tipo de novelas o relatos en los que diferentes crímenes deben ser resueltos, pero que este autor, y es su gran virtud, nunca despega del contexto de la realidad más cercana a todos nosotros, y así, en libros anteriores como ‘Con el agua al cuello, Liquidación final y Pan, educación y libertad, creó un tríptico sobre la crisis económica que todos recordamos cómo se cebó con su país; o en ‘La muerte de Ulises’ incluyó varios textos sobre la llegada de emigrantes a las costas griegas. Ahora, en ‘Cuarentena’, le ha tocado al coronavirus formar parte de este escenario negro en el que acostumbra a presentar sus relatos y al que no deja de aportar tres ingredientes que se citan con buen criterio en la presentación de la novela por parte de su habitual editorial en España, Tusquets, siendo estos la solidaridad, el humor y la esperanza.

Y es cierto que esta tríada le concede al libro ese tono amable y hasta necesario frente a las situaciones y tramas que se originan en cada uno de los cuentos. Aliviando tensiones y dejando varias vías de escape cuando la vida se pone complicada. Esa solidaridad la vemos entre aquellos a los que las derivas de la existencia colocaron en una posición común, extrema en ocasiones e inesperada para muchos, pero que, viéndose en un atolladero entienden que solo juntos todo puede funcionar mejor. El humor se presenta de una manera fluida, engrasando las situaciones que parecen más complicadas de resolver pero que logran hacerte esbozar esa sonrisa tan necesaria cuando se trata de pelear con jornadas complicadas y que en el caso del comisario Jaritos tiene que ver con espacio íntimo, con la relación con su mujer en ese aislamiento al que nos hemos visto sometidos y, por último, la esperanza, tan necesaria su manejo para no volvernos locos, para capear el temporal y seguir luchando por un futuro y con ese canto de esperanza cierra el autor este libro con un hermoso relato vinculado a la isla en la que creció el escritor y donde sus recuerdos y sensaciones evocan un ámbito de felicidad al que deberíamos regresar, recuperando la pureza y alejándonos de las contaminaciones que esta sociedad materialista suma a nuestras vidas.

Jaritos protagoniza esos dos primeros textos, con una aparición esporádica en otro, pero es en ‘Cuarentena’ y ‘Me llamo Covid y mato’ en los que su acción policial se condiciona por las imposiciones sanitarias provocadas por la pandemia. Desde el trabajo en casa a través de las tecnologías hasta los negacionistas. En ‘El arte del terror’, una vida complicada, con la emigración por medio, como la de tantos griegos, permite regresar a su país con un negocio hotelero que la pandemia se encarga de echar al traste. En ‘Centro de refugiados del coronavirus’, varios indigentes encuentran la solidaridad inesperada de un hombre que, como ellos, pero por diversos motivos, también necesita de esa solidaridad. ‘Los tres caballeros’, es un inteligente relato en el que tres sin techo, de nombres Sócrates, Pericles y Platón, buscan mantenerse donde hubo el esplendor olímpico y ‘La taberna de Karaguiosis’, es otro brillante texto de rivalidades griego turcas encarnadas en sendos restaurantes y sus típicas gastronomías, rematando el libro con ese relato sobre la Isla de la infancia de Petros Márkaris, completando un fantástico y helénico itinerario vital.

 

 

Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 7/05/2022


xoves, 12 de maio de 2022

Prega que sexa longo o camiño

 

[Foguetes verdes]

A publicación pola Editora Aira da poesía completa de Kavafis, por primeira vez en galego, incorpora á nosa lingua unha das propostas literarias máis deslumbrantes da historia

 


        O 29 de abril de 1863 nacía o poeta grego Konstandinos Kavafis. O 29 de abril de 1933 falecía na cidade de Alexandría na que nacera, e hoxe, un 29 de abril de 2022, celebramos o paso da súa poesía, unha das máis singulares e emocionantes da Historia da Literatura, á nosa lingua, por primeira vez de maneira completa nunha valente e necesaria edición anotada da man de Miguel A. Areses Martín e no selo da Editora Aira.

Toda unha achega a nosa literatura que a converte, ao meu modo de ver, nunha das máis apaixoantes aventuras dos últimos tempos. Un volume como este, no que poder movérmonos na nosa propia lingua, por ese universo kavafiano no que a Historia de Grecia, a sensualidade que xorde da súa homosexualide e unha filosofía existencial que pescuda nos diferentes estados de ánimo, son as puntas dun compás que nos leva por unha das travesías máis emocionantes da escrita do ser humano sobre o que envorca Kavafis a súa poesía.

Unha obra do presente, con independencia da latitude temporal na que se mova cada un dos seus poemas, que converte o instante que estamos a vivir nun momento único e irrepetible, e no que non nos podemos permitir o luxo de negalo, de torcerlle a cara ao goce que o destino pon ante nós, sendo Ítacas ás que chegar na procura do noso propio coñecemento.

A viaxe e o corpo, moitas veces tamén entendido como unha viaxe, libran a súa condición na permanente experiencia, na conquista de novas sensacións que nos farán medrar, de aí que o máximo que podemos pedirlle aos deuses ou mesmo aos mitos da nosa historia, moitas veces tamén entendidos como divindades, é que esa viaxe se prolongue o máximo posible. «Cando saias camiño a Ítaca,/prega que sexa longo o camiño,/cheo de aventuras, cheo de coñecementos». O seu poema ‘Ítaca’, como o pode ser ‘Recorda, corpo...’, por citar dous dos máis coñecidos da súa produción, son deses textos que se che pegan á pel, e mesmo a alma, e xa non podes deixar de levalos contigo na viaxe que supón a vida. O bo deste tipo de edicións completas é que xunto a estes poemas descubrimos moitos máis que poder ter xa xunto a nós ata chegar a Ítaca e, grazas ao homérico traballo de Miguel A. Areses Martíns, poder gozalos en galego, co que iso supón, non só de afectos, senón do compromiso do noso sistema cultural para acoller textos alleos a el que non fan máis que ensanchar o noso océano literario. Unha edición que ademais aparece anotada o cal é outra substancial mellora sobre anteriores edicións xa que clarexa moito o sustrato culto tan importante nunha obra na que reis, mitos, deuses, batallas ou xeografías do mundo clásico grego explícanse en cada unha das poesías permitindo unha mellor comprensión de cada una delas. Un traballo nada sinxelo, como tampouco o pode ser o de traer ao galego todos estes poemas que Kavafis dividiu de xeito escrupuloso en tres monllos: os poemas Canónicos (os que foron publicados), os Inéditos (que non debían ser editados) e os Proscritos (que el mesmo rexeitou). Ser quen de acadar a sonoridade e as métricas de quen tanto traballou cada un dos seus poemas converte este exercicio de edición nunha das grandes conquistas da nosa literatura nos últimos tempos. Unha análise da súa obra e da súa biografía completan un dos que abofé serán un dos libros galegos que marcarán este ano e reafirma o traballo que emprendeu en 2017, dende as terras de Allariz, a Editora Aira, cun catálogo cada vez máis interesante e heteroxéneo, con libros coidados de xeito exquisito e que nos está ofrecendo traducións tan valiosas como as de ‘O nome da rosa’ ou ‘Frankenstein’.

Pero a obra de Kavafis é sempre especial. Foino dende a súa creación, dende ese vencello a un territorio e a un mar no que aínda se poden escoitar os cantos daquel Homero despois do que xa todo foi repetición ou variación. As súas palabras, o contido das súas narracións: a ‘Odisea’ e a ‘Ilíada’, son o comezo formal da nosa literatura e Kavafis sabía que enchoupar a súa pluma nese tinteiro da historia non podía facerlle máis que ben a súa obra, á que tinxiu tamén de miradas e aloumiños convertendo o noso corpo nun mar por descubrir, nun mar por navegar: «Así de sabio como agora es, con tanta experiencia/xa comprenderás que significan as Ítacas». 

 

 


Publicado no Diario de Pontevedra. 29/04/2022 

martes, 10 de maio de 2022

Estar cuerda... o no

 

[Ramonismo 110]

Rosa Montero hace de su vida y de la de otros escritores un fino alambre en el que equilibrar razón y delirio



VUELVE Rosa Montero a hacer de su vida y obra una especie de desfiladero por el que adentrar a sus lectores para aislarnos del exterior y situarnos, en esta ocasión, ante esa frágil y delicada frontera que se plantea a lo largo de la historia creativa entre la genialidad y la locura.

Y digo vuelve porque si con ‘La ridícula idea de no volver a verte’ (2013) nos habíamos enfrentado a una mujer devastada por la muerte de su pareja, pero cuyo ánimo ponía en relación con la gran Marie Curie, ahora, en ‘El peligro de estar cuerda’ (Seix Barral), de nuevo de una manera magnífica, su experiencia personal nutre un texto lleno de virtudes que nos ofrece a la mejor Rosa Montero, capaz de ser periodista, novelista, ensayista... para acercarnos a una vida llena de grandes libros escritos por ella pero a través de los cuales se ha ido generando toda una situación personal a partir de cómo los escritores se relacionan con la propia existencia. Para ello Rosa Montero abre el abanico de la Literatura para situar ante nosotros toda una serie de autores cuya vida y obra aparecen señalados de manera definitiva por una situación mental, cuando menos conflictiva, que les hace a todos ellos plantear una vida, cuando menos conflictiva, entre la existencia y la imaginación, promoviendo una realidad paralela en la que prácticamente todo escritor se adentra como manera de atemperar sus demonios en un sinfín de manías, miedos, pesadillas, que pueden arrancar desde la propia infancia para desbordarse con el paso de los años hasta llegar a situaciones límite, como pueden ser los no pocos casos de suicidio que se han dado entre hombres y mujeres cuya obra literaria nos ha fascinado.

Con motivo de aquel libro de 2013, tan pegado a este, tuve la fortuna de entrevistar a Rosa Montero y, revisando estos días ese encuentro, un destacado de aquella entrevista resaltaba una de sus respuestas: «Tú no decides el libro que vas a contar, sino que el libro te escoge a ti. Se impone una imagen que se mete dentro de tu cabeza». Y de esto, precisamente, va en gran parte lo que se encierra en ‘El peligro de estar cuerda’, de imágenes que se insertan en nuestra mente y que son capaces de provocar un reguero de situaciones que, en el caso de los escritores, suelen determinar sus escritos. Rosa Montero nos propone una especie de «autopsia de la creatividad» con la que gozamos, no solo por la calidad del texto, sino por cómo es capaz de incorporar diferentes estudios científicos sobre el comportamiento de la mente humana, así como por hacer de ese muestrario de escritores y escritoras la prueba evidente de que todos ellos se mueven a lo largo de su vida como un equilibrista portando una pértiga sobre un fino alambre sin red.

Un ejercicio íntimo que exorciza numerosos fantasmas, que nos hace partícipes de su vida, evocador de muchos momentos sumamente delicados, de ‘Otra’ Rosa Montero, de comportamientos inexplicables, de dolores y traumas, en definitiva, de buena parte de lo que conforma a una persona y cuya escritura es, precisamente, lo que le permite vivir.

 

Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 30/04/2022


Amistades literarias

 

[Ramonismo 109]

Ana Merino pone en valor el hallazgo de la desconocida documentación del amigo de García Lorca, Joaquín Amigo



Si Ana Merino nos había fascinado con su debut novelístico, ‘El mapa de los afectos’, merecedora del Premio Nadal 2020, ahora, con ‘Amigo’, reafirma su capacidad narrativa, ella que ya es una más que reconocida poeta. Una poesía que está muy presente a lo largo de esta novela que convierte en material literario el hallazgo en el archivo familiar de Joaquín Amigo, uno de esos miembros satélite de los grandes astros de la Generación del 27, de toda una documentación que orbitaba alrededor de la figura de Federico García Lorca.

Ana Merino, en esta novela editada por Destino, rápidamente nos envuelve en una historia que circula por dos vías. Una presente, la de una profesora de Escritura Creativa que llega a la Residencia de Estudiantes de Madrid para investigar esa documentación, presentar su poesía e impartir un taller, dejando atrás, en una Universidad Norteamericana, toda una suerte de sucesos que arrastrará de manera permanente en su vida, vinculadas al ambiente universitario y las luchas de poder académicas. La otra vía literaria es la que se genera como un viaje a través del tiempo a aquella España ya perdida, a través de esa documentación, que como todo lo que se aproxima a García Lorca, brota como agua fresca de la fuente de la historia y, en este caso, desde la veta de la amistad más profunda. Y es que amistad y traición no entienden de tiempos ni de momentos, sino que, como parte de la identidad humana, son atemporales, pudiéndose rastrear sus huellas en cualquier espacio físico o temporal, siendo estos dos elementos los que vertebran ambos itinerarios en el relato de Ana Merino.

En la celebración del Día del Libro pocos textos se me ocurren tan volcados en lo literario y en su potencial para con el ser humano como este ‘Amigo’ en el que desde la trama, llena de vínculos con la cultura y lo literario, con libros que marcan vidas, con libros que activan emociones, con libros que nos ofrecen respuestas a ciertos misterios que surgen ante nosotros, y también con la propia resolución que Ana Merino logra de esa hibridación entre el pasado y el presente. Estamos ante un libro que desborda su propia identidad novelística y se convierte en muchas cosas más, también en un pulso a la propia vida de la autora que no podemos separar de lo que cuenta por las muchas afinidades que existen entre la protagonista y la experiencia profesional, académica y literaria de Ana Merino, que también lleva desarrollando una larga trayectoria en la Universidad de Iowa en la que pasa buena parte del año. Novela, ensayo, hasta diario, si me apuran, y donde se van balizando destellos de terrenos propios de Ana Merino: la poesía, el cómic, surgen en el relato como chispazos muy efectivos para entender a los diferentes protagonistas de la novela. Los de antes y los de ahora.

Por la importancia que tiene no solo para el devenir de la novela, sino de nuestro propio sistema literario, es especialmente emocionante el manejo que se hace de la correspondencia entre Federico García Lorca y Joaquín Amigo, ambos asesinados por los dos bandos enfrentados en la Guerra Civil, el primero en su Granada natal, el segundo arrojado por un barranco en Ronda, y ambos unidos en un trágico destino con sus restos todavía sin ser encontrados y, por lo tanto, honrados como se merecen. En esas cartas se contiene toda una época y son, tanto una visión de cómo Lorca asistía al crecimiento artístico de su figura, como la visión del catedrático de Filosofía sobre la dimensión que podía alcanzar su amigo.

Esos ecos del pasado, con presencias como las del también poeta Luis Rosales, tantas, demasiadas veces, señalado gratuitamente en el fin del autor del ‘Cancionero Gitano’, vuelven décadas después a un Madrid por cuyas calles pasearon todos ellos, incapaces de calibrar un destino que se convertiría en terrible y en el que el desfiladero de la amistad podía verse cercenado por oscuros elementos, por traiciones y por ese sentirse defraudado por el otro, por una confianza rota a la que no siempre es fácil encontrar una explicación por muchos años que pasen.

 

Publicado en Revista. Diario de Pontevedra. 23/04/2022