Si hay dos toreros que están haciendo de este año su año, estos son
Iván Fandiño y Miguel Ángel Perera. Ambos parecen seguir un devenir similar,
repleto de puertas grandes, que ha venido a representar su toreo actual pero
siempre con el ojo puesto en un imprescindible pasado. San Isidro y Madrid les
impulsaron a una gloria que llega a Pontevedra.
Feria de san Isidro 2014. Dos hechos quedan ya para el imaginario de la
feria taurina más importante del mundo. El primero de ellos sucede cuando el
torero Iván Fandiño arroja su muleta a la arena y entra a matar desprotegido,
arrojándose entre los pitones de su oponente; el segundo tiene lugar cuando
Miguel Ángel Perera, en su segunda tarde de la feria, y tras haber abierto la
puerta grande en la primera de ellas, repite ese éxito de manera consecutiva.
Ambos toreros se erigieron en los dos grandes triunfadores de San Isidro,
puertas abiertas al cielo del toreo y un empujón para lo que resta de
temporada. A partir de ahí no han dejado de salir en volandas allá por donde
han ido. Más temperamental el vasco y más introspectivo el extremeño, ambos
representan un nuevo toreo fundamentado en el respeto a la tradición y a un
clasicismo que interpretan de manera personal. El próximo domingo, ambos comparten
cartel en la Feria
de A Peregrina, junto a Julián López ‘El Juli’ con toros de Victoriano del Río.
La ganadería que sirvió a Miguel Ángel Perera para su primer triunfo madrileño
será la que ponga los oponentes ante dos de los toreros que están en un mejor
momento.
‘Y viene para quedarse’ fue el titular que elegí para referirme a su
última actuación en la Plaza
de Toros de Pontevedra. En pocos toreros como en usted se ha visto en los
últimos años esa intención de hacerse un sitio en el escalafón, ¿no es cierto?
Bonito titular. Es verdad que mi situación y mi ascenso ha sido desde
abajo y conquistando cada metro. Así debió de ser siempre en el toreo, aunque
cada vez sea menos frecuente. Desde luego me siento muy orgulloso de lo
conseguido e ilusionado con lo anhelado.
No solo se ha quedado, sino que está peleando por ocupar un puesto de
privilegio. De hecho esta temporada, como la anterior, está mostrando a un Iván
Fandiño pletórico. ¿Cómo se siente usted?
Tranquilo y seguro de mí mismo. Sé que la gente me espera y también sé lo
que debo darles. Procuro pensar en mañana y no en pasado.
Y de nuevo con Madrid como trampolín para demostrar sus virtudes con un
triunfo que revalida el del pasado año. ¿Qué importancia tiene ese éxito
madrileño para su carrera?
Madrid es clave en el toreo y en mi caso, si cabe mucho más. La puerta
grande es el sueño desde niño y espero repetirla pronto.
¿Cómo se puede explicar, si es que se puede, que en un momento
determinado y ante un toro se decida a desprenderse de la muleta a la hora de
entrar a matar?
No se puede explicar, me guió mi instinto. No he venido aquí para ganar
dinero ni para ser figura, he venido para pasar a la historia. Y la historia la
escriben los héroes.
¿Eso se hace por torería, por demostrar valor, por asegurarse un trofeo
al precio que sea?
Eso se hace por uno mismo.
Pero además de ese gesto la temporada ha venido llena de momentos de buen
toreo y de triunfos. ¿Cómo se ve usted en relación al pasado año?
En continuo crecimiento. Más maduro y mejor. Pero nunca quiero perder la
inocencia de la ambición. Es parte de mi toreo y echar la moneda al aire es lo
que distingue a los hombres de los héroes.
Tres años consecutivos en Pontevedra, y en los dos anteriores con
instantes muy importantes. ¿Supongo que entenderá que la afición de esta ciudad
lo está acogiendo como a uno de sus ídolos?
Me encanta Galicia, me encanta Pontevedra y me encanta La Peregrina. Siempre
me fue bien y me siento bien acogido. Es una de las ferias marcadas en rojo en
mi calendario. Espero poder seguir alimentando la comunión que siento con el
público.
¿Qué recuerdo tiene o que valoración puede hacer tras esas experiencias
del ambiente de la plaza de toros de Pontevedra?
Es una plaza distinta. Alegre, sentida, cariñosa. También creo que la casa
Lozano tiene mucho que ver en lo que Pontevedra significa en el toreo.
Y en esta ocasión por fin dentro de un cartel de tronío, a mí me parece
que el más importante de la
Feria. ¿Tanto cuesta poder hacerse sitio en un cartel de
figuras? ¿A qué razones responde esa dificultad?
Toreo con muchas figuras a diario. Juli, Fandi, Perera, Padilla,
Castella, Talavante... son toreros con los que suelo alternar. Me preocupa poco
quién tengo a los lados, yo voy a lo mío. Sobre las razones de por qué alterno
más con unos que con otros, no las sé. Ni me importan...
Dentro de ese cartel, su participación con otro de los triunfadores de
San Isidro, Miguel Ángel Perera, mantiene una sana rivalidad a lo largo de la
temporada. ¿Cómo valora el toreo de Miguel Ángel Perera?
Es un torero con una gran técnica y que domina como pocos los terrenos de
cercanías. Además se encuentra en un gran momento.
Cinco orejas cortó Miguel Ángel Perera en sus dos tardes de éxito
isidril. Una auténtica barbaridad que puso Madrid patas arriba y confirmó, por
fin, lo bueno que venía haciendo este diestro, nada dado a la ostentación,
durante las últimas temporadas. Tras un sinfín de puertas grandes llega a
Pontevedra para continuar la racha y afirmar su figura.
¿Se está acercando Miguel Ángel Perera a ese torero con el que soñó ser
cuando era niño?
Mira, después de lo de Madrid de este año, siempre digo que me he sentido
más cerca de Dios. Yo creo que esto que me está pasando está por encima de
cualquier sueño. Nunca imaginé tanto.
¿Qué siente que está marcando la diferencia con el torero de temporadas
pasadas?
Este 2014 viene a refrendar un poco las dos temporadas anteriores. Desde
2012, la línea está siendo la misma. Fueron dos temporadas muy importantes en
mi vida, aunque no cabe duda de que la que está teniendo repercusión es la de
este año, por lo macizos de algunos de los triunfos.
Y lo más satisfactorio quizás sea el conseguir estos triunfos sin
traicionar algo que me comentó hace dos años, ante su debut en la Plaza de Toros de
Pontevedra, el torear con honradez.
Mira, yo soy una persona que tengo muchos defectos, pero no el de la
falsedad. Se torea como se es. Y yo me tengo por un hombre sincero, que va de
frente. No concibo ser, ni en la vida ni en el toro, de otra forma que no sea
ser honrado.
¿Se puede explicar con palabras la sensación de salir dos veces
consecutivas por la puerta grande de Madrid?
No, es imposible. La primera tarde, cuando me concedieron las dos orejas,
las besé, porque sentí que era la recompensa a mucho esfuerzo, a muchos sueños
e ilusiones. Después corté una tercera, que hizo más rotunda si cabe aquella
puerta grande. Que Madrid se rompa así con uno es un auténtico milagro, ¡se
tienen que dar tantos condicionantes!, que cuando lo propicias, no te cambias
por nadie. Lo de la segunda tarde fue algo que jamás pude creer que fuera a
suceder. No por falta de seguridad en mí mismo, que la tenía al cien por cien,
sino porque no te puedes imaginar que lo puedas lograr dos tardes consecutivas.
Por eso te he dicho al principio que, lo más que te puedo verbalizar de aquel
sentimiento es que creí estar más cerca de Dios.
Y ese peso de la responsabilidad obtenida tras lo sucedido en San Isidro,
¿cómo se traduce en las ferias posteriores para que no se convierta en un
lastre?
Es imposible que sea un lastre; al menos, yo no lo veo así. Aquello me ha
dado una fuerza y una motivación increíbles. Estoy seguro de lo que hago, del
momento que atravieso. Sigo entrenando al nivel de siempre, y lo veo claro.
Tengo más ilusión que nunca.
De hecho, parece que usted lo ha asimilado como un acicate para su toreo
y rara ha sido la tarde en la que no ha salido en volandas de la plaza.
Desde la tarde del 23 de mayo hilvané nueve puertas grandes seguidas.
Chafó la racha el lote de Alicante, que salió muy malo. Después vino otra racha
buena, con Teruel, Santander. Pero tampoco en Valencia, ahora, en la Feria de julio, la cosa pudo
ser. Estoy satisfecho con los datos estadísticos, no te lo voy a negar, pero no
me quitan el sueño. Sé que estoy en un momento bueno, y muy seguro de mí mismo.
¿Me imagino que estará deseando que en Pontevedra siga esa racha y
vuelva, como lo hizo el pasado año, a salir a hombros?
Ojalá que embistan los toros, si Dios quiere.
En aquella tarde usted dejó en esta plaza un aroma de toreo muy largo, de
pies muy juntos pasándose al toro muy cerca. Un toreo de gran profundidad que,
con el acierto en la espada, dejó un sabor de boca muy bueno entre el
aficionado, que espera volver a verlo en esa línea. ¿Qué recuerda de esa tarde
en Pontevedra?
Fue una tarde bonita. Salimos a hombros los tres, y tanto Juli como
Talavante y yo estuvimos a un buen nivel. Yo, personalmente, anduve muy a gusto
con los dos toros. Al primero lo cuajé por la izquierda, que fue el mejor
pitón. Al segundo le hice un quite por gaoneras y tafalleras que caló muy bien
en el tendido. Tuvo buen pitón derecho, y le pegué una buena estocada.
Y este año, además, forma parte del que yo creo que es el gran cartel de la Feria de A Peregrina junto a
El Juli e Iván Fandiño. Tres de los toreros actualmente en mejor forma y sobre
todo junto a Iván Fandiño, en lo que parece el ‘duelo’ más atractivo en esta
temporada taurina. ¿Qué me puede decir del toreo de Iván Fandiño y de esa
alentadora competencia que mantienen?
Sin duda alguna, creo que es un cartel muy atractivo por los toros y el
nivel de los tres toreros. Con Iván Fandiño he toreado en bastantes ocasiones.
De hecho, la temporada pasada lo hicimos mano a mano dos tardes, una en Dax, y
otra en Bilbao. No mantengo con él mas competencia ni menos que con el resto de
mis compañeros. Todos salimos al ruedo a jugarnos la vida y a ganar la partida.
A usted siempre le ha preocupado la relación del toro con la sociedad, ha
incidido mucho en la capacidad didáctica del torero para aproximar ese mundo al
más o menos aficionado y nunca elude participar en actos que trabajen ese
aspecto. ¿Desde su experiencia cree que se ha evolucionado en ese apartado?
Pienso que cualquier paso que se dé en esa dirección siempre trae algo
bueno. Mi experiencia en cada acción que he realizado no ha podido ser mejor
acogida. Desde los más pequeños hasta los universitarios, todo lo que hemos
organizado para ellos ha tenido una gran respuesta. Se está sacando el toro a
la calle, y los niños juegan como lo hacíamos nosotros hasta no hace mucho
tiempo. Los grupos de jóvenes taurinos están haciendo una buena labor, con la
ayuda de algunos empresarios que se implican a la hora de poner abonos a
precios asequibles. Algunos toreros hemos, o bien regalado o bien financiado el
50% de las entradas en algunas ferias para jóvenes de hasta 30 años. Creo no
equivocarme, pero cada vez veo más gente joven de nuevo en la plaza. Estamos en
el buen camino, pero no cabe duda de que hay que seguir cosechando en ese
aspecto.
Publicado en Diario de Pontevedra 1/08/2014