Frida Kahlo fotografiada por Leo Matiz (Fundación Leo Matiz) |
CON los museos bajo llave y todos en
nuestras casas no es necesario renunciar durante este aislamiento al mundo del
arte. Las redes están llenas de contenidos que nos abren las puertas de un
sinfín de museos, centros artísticos o a las obras de numerosos creadores. Por
su dimensión y cantidad de contenidos uno de los más recomendables es la web de
Arts & Culture de Google, un inabarcable contenedor de propuestas
artísticas que acoge desde contenidos más clásicos a otros más relacionados con
las nuevas tendencias creativas.
Si por ejemplo tomamos nuestro interés
por dedicar una tarde a conocer en profundidad a una artista tan singular como
la mexicana Frida Kahlo, una vez hemos accedido a la web y tras teclear el
nombre de la artista seleccionada se abre ante nosotros una gran cantidad de
contenidos que no sólo se limitan a obras de la propia artista, sino a
documentos, fotografías y diferentes reportajes realizados sobre ella y las
diferentes componentes de su vida. Desde su delicada salud tras la poliomielitis
sufrida en la infancia, hasta el accidente que la llenó de dolores y
padecimientos en una cama que tantas veces inmortalizó en sus obras, la
relación con su familia o con el también pintor Diego Rivera. En definitiva,
una acumulación de materiales que además se presentan con una enorme calidad
que nos permite disfrutar de una de las obras más personales de la plástica del
siglo XX. Instituciones como la Colección Blaisten, el Museo Dolores Olmedo, la
Fundación Leo Matiz, o escenarios como la Casa Azul y el universo mexicano del
que nunca se desprendió a la hora de articular sus obras, son parte de este
acercamiento a quien hizo de cada instante, una posibilidad de disfrutar, una
manera de rebelarse desde el goce y el regalo de vivir frente a la adversidad
que tanto conoció. Estas entradas están llenas de fotografías maravillosas, me
quedo con una del fotógrafo colombiano Leo Matiz en la que Frida Kahlo baja las
escaleras exteriores de su Casa azul atavida con uno de esos maravillosos
ponchos que solía portar. Junto a la imagen unas palabras de la propia artista:
«“Cada (tic-tac) es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay
en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir.
Que cada uno resuelva como pueda”. Aplíquenselo estos días de desasosiego en
los que el arte sigue acompañándonos.
Publicado en Diario de Pontevedra 24/03/2020
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