Encontrar dentro del desconocimiento, encender una luz donde solo hay
oscuridad, así es como se queda uno tras leer este libro del portugués António
Patrício (Porto, 1878- Macao, 1930). Cinco relatos que nos alumbran la figura
de un escritor y diplomático, que llegó a ser cónsul en A Coruña, desconocido a
este lado de la península y que nos revelan una escritura impactante, llena de
riquezas, de sutilezas, de elementos simbólicos y también de lecciones sobre la
vida y la conducta del hombre.
En la línea de creadores como Edgar Allan Poe o Guy de Maupassant,
António Patrício hace de estos relatos un espacio para la creación y la
reflexión desde el género fantástico, una increíble incursión hacia el alma
humana inscrita en el siempre metafórico territorio de la noche. La nocturnidad
como el envés del ser humano, ese lugar iluminado por la luna en el que el
hombre se redescubre a sí mismo a través de estas cinco narraciones diferentes
en cuanto a sus argumentos pero en los que ese fino haz de luz que la luna
proyecta sobre todos ellos los enhebra como un diario del desasosiego. Una
fácil licencia pessoana que me viene de perlas ya que Fernando Pessoa fue uno
de los grandes reivindicadores de su figura, llegando a afirmar de este libro
que es «uno de los más perfectos libros de cuentos que se han escrito en
Portugal». Yo, si me lo permiten, abriría el marco geográfico y lo instalaría
junto a otros grandes narradores, algunos ya citados anteriormente pero también
al lado de otro gran maestro del género como Henry James. António Patrício
añade a ese sentido propio del género escogido un simbolismo muy del Portugal
de principios del siglo XX, un decadentismo que dejó huella en numerosos
autores que centraron en el ser humano una desazón existencial que les llevó a
teñir de amargura mucho de lo escrito.
En estos relatos vemos como una serie de personajes y hasta un águila
hacen de sus conductas y reflexiones todo un tratado sobre el ser humano y su
errática presencia en este mundo lleno de cosas bellas, como la naturaleza o el
arte, pero que él mismo se encarga de enrarecer con sus vicios y defectos. Lo
más sugerente es cómo sus protagonistas son seres reales, integrantes de una sociedad
que no les facilita su realización plena acosándoles y orillándolos en la noche
a la búsqueda de un universo libertario que les permita reconocerse y lograr
aquello que han deseado pero que el destino se ha empeñado en negarles.
Bienvenida esta nueva editorial Ardicia, por ofrecernos un regalo más en
su breve pero intenso catálogo en forma de recuperación de autores poco
conocidos, o de obras que no han tenido demasiada fortuna pero que, a la vista
está, poseen una calidad que las convertirá en referentes literarios.
Publicado en Diario de Pontevedra y El Progreso de Lugo 27/04/2014
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