Todavía ligados a la Facultade de Belas Artes de Pontevedra, Alba Fandiño y Hugo Aldatz nos hacen partícipes de su obra. La primera con un exhuberante muestrario de posibilidades para generar una nueva expectativa que ponga en discusión el valor tradicional del soporte y el material artístico; y el segundo para ofrecernos unas sugerentes geografías convertidas en el territorio de acción de un ser humano abatido ante la naturaleza, desubicado ante la memoria y la palabra. Dos estados de confusión resueltos plásticamente de manera brillante.
Dos pequeños cuadros nos reciben a la entrada de la galería About Art (Pasantería, 9). Dos obras en las que unidas podemos leer “No tengas miedo, solo hazlo”, la frase plasmada de forma tridimensional por Alba Fandiño, pero podía hacerse extensible a su compañero de exposición, Hugo Aldatz, y si me apuran a todo este florecer de artistas al que estamos asistiendo en las últimas fechas con dos proyectos planteados desde este mismo espacio: su exposición inaugural ‘Emergente’ donde se reunía un buen puñado de ellos y la exposición que todavía se mantiene abierta en el Pazo da Cultura ‘Xeración 80: os estados intencionais da muller’; o la recién inaugurada muestra ‘Mmmmh’ en la Sala X de la Facultade de Belas Artes. Todas responden al proceso grupal de visibilización de una nueva generación de artistas surgida del centro académico pontevedrés y que, vista la intensidad y valores de sus propuestas, hace augurar magníficos tiempos para nuestro ámbito creativo.
Alba Fandiño y Hugo Aldatz conviven con armonía dentro de esta muestra. La primera nos presenta todo un conjunto de obras realizadas con diferentes soportes y técnicas, girando constantemente sobre un doble argumento.
En primer lugar, el poner en duda el valor del soporte, es decir del material que sustenta la obra y que aquí se plantea a través de una sucesión de trabajos elaborados con materiales que a priori no tendrían este fin, es decir, que contradicen su propio origen y a los que la artista concede una nueva función, y por lo tanto, un nuevo valor; y en segundo lugar, por una cuestión más de fondo, como es el valor argumental de lo que se quiere contar, esto es, en el caso de Alba Fandiño cierto juego con imágenes pasadas, con las narraciones orales, con el mundo de los cuentos o los ambientes infantiles. Así es como ambas vertientes colisionan y de ahí surge un arte lleno de frescura y que sorprende por su poderío visual.
Por su parte, Hugo Aldatz explora un territorio que él mismo ha sido capaz de construir. Desde el mundo de la escultura sus piezas se convierten en geografías por las que el ser humano intenta definir su propia existencia, empequeñecido por la propia naturaleza, tal y como sucede en la realidad, por mucho que nos empeñemos en llevarle la contraria. Pequeños troncos o incluso antiguos libros se erigen como el soporte de esa situación, de ese hombre solitario que parece verse abandonado. Absortos en su propia presencia. Nada de lo que sucede a su alrededor parece importarle. Es esa naturaleza, que inteligentemente ha sabido crear el artista, la que nos sorprende por el efecto y el reaprovechamiento para la estética artística que nos muestra. Cómo esos troncos pueden provocar la sensación de formar parte de la naturaleza. Algo similar sucede cuando el artista emplea un libro para generar en él un territorio donde la palabra y la memoria son el hilo conductor y el paisaje de ese nuevo territorio. Desde ambas perspectivas ambos trabajos funcionan en la definición del ser humano y, al igual que Alba Fandiño, se plantea un sentido lúdico de lo artístico con la confusión que en un primer momento plantean al espectador en relación a ese soporte, mucho más importante de lo que en un principio pueda parecer. Tanto las piezas de Alba Fandiño como las de Hugo Aldatz, son un ejercicio visual y conceptual que nos sitúa ante dos de las nuevas propuestas creativas del momento en Galicia. Girando en torno al hombre pero con la permanente duda sobre su situación actual, su relación con el mundo, y sobre todo, con unos escenarios de los que forma parte como elemento de una naturaleza puesta siempre en discusión y ante la que se desconoce la palabra miedo.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 20/05/2012
Fotografías Guille López
Me ha encantado, describes a la perfección la exposición. Que palabras tan, tan bellas, hilvanadas con mucho esmero. Muchas gracias; hoy los jóvenes artistas plásticos somos un poco más felices!!!! GRACIAS
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