PEDRO SARMIENTO de Gamboa, los Hermanos Nodales... y ahora Mariano Rajoy.
Ahí es nada. Pontevedra sigue pariendo navegantes para descubrir nuevos mundos.
Ayer Mariano Rajoy nos habló del suyo
tras doblar el Cabo de Hornos, superadas las tormentas y los embates de la mar,
allí donde el sol brilla para que brote la ambrosía de los árboles y la
población goce de los placeres terrenos sin miedo a ningún tipo de males.
De nuevo el debate del Estado de la Nación permite mostrar a un gobernante ajeno a
sus gobernados, pensando más en las primas de riesgo y las cifras
macroeconómicas que en las penurias de los ciudadanos, esos que ven como sus
salarios bajan y los precios suben, esos a los que es más fácil despedir,
esos.... a los que los políticos siempre olvidan.
Pero él sigue firme, asido al mástil de su nao con rumbo seguro y los
dioses inflando sus velas.
Entre Dous. Diario de Pontevedra 26/02/2014
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