[Ramonismo 38]
Jon
Bilbao, maestro del relato breve, hace de ‘Basilisco’ un doble itinerario entre
tiempos distantes y héroes confusos
CRISTALIZA en
‘Basilisco’ el magisterio del autor asturiano para el relato breve en un libro
que muestra su genialidad en la hibridación de dos protagonistas que discurren
por desfiladeros diferentes. Uno, enmarcado en la actualidad, al contar la
historia de un ingeniero que deriva en escritor y su mujer Katharina; y otro,
el que afronta John Dumbar, veterano de la Guerra de Secesión y reflejo de
aquel Oeste mitificado por el universo cinematográfico. Ambos se van sucediendo
a través de una serie de relatos que se cierran en sí mismos al tiempo que entre
ellos se genera una hilazón a través de una serie de vínculos subterráneos que
engrandecen a cada uno de ellos por ese factor sorpresa, por ese sentido de lo
inesperado que emerge de lo que no se cuenta explícitamente y que involucra al
lector en el relato de una manera poco frecuente.
Esa
complicidad es la que rápidamente nos obliga a continuar esa doble línea, ese
deambulatorio vital por tiempos y heroicidades distantes y tampoco demasiados
evidentes, pero que forman parte de los ánimos interiores de los protagonistas.
De dos hombres ante una vida que se va disponiendo frente a ellos,
arrastrándolos al sumidero de ciertas derivas que los colocan en situaciones
que obligan a asomarse a su propio interior como si de un precipicio se
tratase.
En ambos se
atisba un sentido trágico de la existencia, un tránsito colmado de elementos
perturbadores que dinamitan cualquier percepción de la felicidad.
Incomprensiones, violencias, insatisfacciones y melancolías se suman a una
suerte de abandono individual que deja tanto a Dumbar, en su Oeste polvoriento
lleno de atroces peligros físicos; como a ese hombre, ubicado en nuestro
presente y tensionado por los diferentes vínculos familiares, desde hijo a
padre o pareja, en una situación límite frente al colectivo. Desde esta
posición, a mi juicio clave en el texto, alcanza un sentido revelador la cita
que antecede al libro. Una frase de Alan Le May, ¿no les suena este nombre?
Pero si les digo que es el autor del texto con el que John Ford configuró ese
portentoso espectáculo visual y narrativo que es ‘Centauros del desierto’,
entenderán mucho mejor esa aproximación al ser humano que se sacrifica por la
comunidad, mientras ésta va ahogando esa posibilidad de redención personal
hasta el punto de hacerle abandonar a la propia sociedad. Una frase relacionada
con la culpa, con esa sensación horadada en nuestra piel, como el viento podría
hacerlo sobre las montañas de Monument Valley, pero también como acontece con
las relaciones personales en nuestro entorno. Y es que en esa dualidad es en la
que trabaja Jon Bilbao para entretejer esta doble narración, donde la
confrontación entre la naturaleza, lo primitivo, y lo urbano, lo más
consagrado a la presunta modernidad de nuestra manera de vida, permite tensar
más esos itinerarios.
Jon Bilbao
además de escritor es ingeniero de minas y licenciado en Filología Inglesa,
realizando en los últimos años una importante labor como traductor, de hecho,
otro éxito reciente del sello Impedimenta, ‘A lo lejos’ de Hernán Díaz (que
también circuló por este Ramonismo) es una espléndida traducción suya,
afrontándose también por un territorio vinculado al universo del western. Un
ingeniero escritor y sus peripecias vitales y el Oeste, dos dinámicas que
emergen en esta novela en la que gracias a ellas podemos denotar o intuir un
carácter autobiográfico que llena el relato de una proximidad e intensidad que
aumenta esa sensación de complicidad que el lector tiene con lo que sucede,
especialmente con los capítulos inscritos en el momento presente.
Varios de sus
libros de cuentos han sido premiados ‘Como una historia de terror’, Premio Ojo
Crítico de Narrativa; ‘Bajo el influjo del cometa’, Premio Euskadi de
Literatura o ‘Padres, hijos y primates’ Premio Otras voces, otros ámbitos; y
numerosos relatos han sido incluidos en recientes antologías de este género en
el que como sucede en esta ocasión se convierte en una condensación de
relaciones humanas llenas de una intensidad que la novela suele estirar cayendo
en la nadería pero que Jon Bilbao, con su reconocida destreza, no nos permite
respiro.
Es en ese contraste entre lo legendario de las andanzas de Dumbar en los tiempos de la fiebre del oro, en una expedición paleontológica o huyendo de unos asesinos, frente al regreso al hogar de niño de nuestro ingeniero literario, o ante un suceso en el que sus padres estaban involucrados o enfrentándose al hecho de ser padre, es decir, el mito ante lo cotidiano, que tantas veces nos mide a nosotros mismos en nuestra aparente trivialidad diaria, en esa fricción, donde ‘Basilisco’ nos regala un tiempo para la reflexión y el disfrute de la lectura.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 3/10/2020
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