mércores, 12 de xullo de 2023

Formas de caer

 

[Ramonismo 160]

Brigitte Giraud, último premio Goncourt, hace de ‘Vivir deprisa’ la gestión del antes y el después del drama personal



ES la última e inesperada ganadora del prestigioso premio Goncourt, galardón que es todo un referente literario en Francia, y cuyo nombre, Brigitte Giraud (Siddi-Bel-Abbès, Argelia, 1960), es prácticamente desconocido en España, de no ser por la siempre avispada editorial Contraseña que ya había publicado dos de sus libros: ‘Ahora’ y ‘Tener un cuerpo’. A los pocos días de conocerse ese galardón desde la editorial aragonesa se anunció que los derechos de ese libro premiado, ‘Vivir deprisa’, también sería publicado por ellos. Tocaba ponerse al día, leer por lo menos esos dos libros ya editados y poder así calibrar los méritos de esta escritora como actos previos ante la llegada de ese texto bendecido por el jurado del Goncourt. Y así es como en ellos nos encontramos ya mucho de lo que se contiene en ‘Vivir deprisa’, una escritura tremendamente personal, que atiende a lo íntimo como el contexto necesario para entender cómo se gestionan nuestras conductas personales dentro de la sociedad y cómo se pueden gestionar diferentes situaciones que convierten nuestros sentimientos en el eslabón necesario para actuar en ese hábitat más amplio.

Es en ‘Ahora’, en el que nos encontramos, en mayor medida, un argumento semejante al que hoy nos ocupa, ya que es la muerte en un accidente de moto de su pareja en 1999, la que motiva un relato en el que el desconcierto, el entender cómo afrontar la nueva situación que emerge en su vida desde una sima de dolor y adversidad y cómo gestionar un nuevo escenario, son los grandes motores de una literatura con un potente contenido autobiográfico que se desarrolla en unas novelas habitualmente cortas. También en ‘Tener un cuerpo’ ese contenido íntimo es el tintero preciso para desarrollar una historia que parte del propio cuerpo de la escritora como sostén de su existencia y donde se evidencian las diversas etapas en el crecimiento personal y los diferentes momentos por los que la vida nos va midiendo, apareciendo también ese fatal accidente de moto como una cesura desde la que gestionar ese antes y después del drama.

Vivir deprisa’, como la canción de Lou Reed ‘Vivir deprisa, morir joven’, es, sin duda, la mejor de las tres, la que evidencia una mayor madurez y sobre todo por el hecho de ser capaz de engrasar esa contingencia de lo personal como un contexto social que estaba más ausente en las novelas anteriores, quedando demasiado limitadas a su propia vida. Así es como mientras se nos va preparando para ver y entender cómo nuestras vidas están condicionadas por toda una serie de decisiones que tomamos de una manera aparentemente poco significativa, pensando que poco o nada influirán en nuestro destino, pues mientras eso sucede la vida va fluyendo a nuestro alrededor, desde diferentes contextos, el familiar, el laboral, el social y cada uno de ellos se engarza con los demás generando un ecosistema de lo cotidiano que Brigitte Giraud relata de una manera ejemplar, condensando varios momentos de una vida, en los que por su aparente insignificancia no somos capaces de ponerlos en valor pero cuando el drama, cuando la tragedia lo dinamita todo, será cuando nos demos cuenta de su necesidad y de su importancia.

Brigitte Giraud reconstruye, veinte años después y con motivo de la venta de una casa cuya compra tuvo lugar en las horas previas a la muerte de su pareja, todo lo acontecido en aquellas horas, quizás como una necesaria acción para, como todo buen escritor o escritora, cerrar un círculo, e intentar así entender ciertas situaciones y, sobre todo, poner de relieve como esos ‘si no’, ‘si no’, ‘si no’ que se repiten a lo largo de diferentes capítulos, podían haberlo cambiado todo, y no sólo por que un semáforo hubiese cambiado de color haciendo que las cosas fuesen distintas, que aquel momento no fuese más que un instante en nuestra cotidianidad pero en los que por no tener un lugar uno de esos ‘si no’, se convirtió en una forma de caer, en la puerta de un drama que lo cambia todo desde que se produce.

Un libro que está lleno de reflexiones, de indagaciones sobre un interior que desde lo angustioso y el agobio debe aprender a relacionarse con una nueva realidad. La gestión de una vida que debe avanzar, que debe motivar el futuro de un hijo, pero también el de una mujer que no deja de pensar sobre todo lo que rodeó aquellos días quizás como el último intento para dejar que se vaya esa presencia todavía demasiado protagonista. ‘Vivir deprisa’ es un magnífico relato de lo íntimo, lleno de lecturas y músicas que acompañan una vida que un día dejó de serlo para ser un abismo.



Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 17/06/2023

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