mércores, 8 de maio de 2019

¡Héroes!

Javi Gómez Noya y Pablo Dapena coronan una semana increíble e inolvidable para la ciudad de Pontevedra que aumenta su propio orgullo


LA MITOLOGÍA que toda ciudad tiene para fundamentar su historia de manera romántica cuenta que hasta Pontevedra llegó por mar Teucro, el héroe procedente de la guerra de Troya, para encontrar una nueva patria. Los siglos y la recuperación del mito lo transformaron en Hércules, colocándolo en la crestería de Santa María, poderoso de fuerza, como homenaje al fundador de aquella antigua Helenes.
Quizás, hasta nuestros días no se ha podido revisar esta genealogía mítica y heroica de la ciudad del Lérez, distraídos como estamos con las cosas del día a día. Y es que si alguien se ha ganado el retomar las gestas de la ciudad, reverdeciendo viejos laureles épicos ese ha sido Javi Gómez Noya, por una alucinante trayectoria dentro de un deporte exigente como pocos y en el que los ciudadanos de Pontevedra se están convirtiendo en todos unos expertos, en gran medida gracias a él.
El triatleta lleva conquistando patrias a un ritmo que ningún héroe mitológico pudo lograr. Sus triunfos, su carácter sereno y su deseo de popularizar este deporte en su ciudad de acogida, lo convierten en el gran héroe de la Pontevedra del siglo XXI. Y por si fuera poco en esta última hazaña no llega solo, como sí hizo el primo de Héctor y Paris, a las costas gallegas, sino que nos presenta a otro héroe, a otro titán del triatlón, al que el futuro le cantará nuevas gestas: Pablo Dapena. La emocionante llegada de ambos en la disputa del Campeonato del Mundo de Triatlón de larga distancia se convirtió en la guinda de la gran tarta de felicidad que se vivió en nuestra ciudad durante la celebración del ITU Multisport, que no sólo debemos entender como una hazaña deportiva, sino también social y ciudadana.
Para el recuerdo el puente de los Tirantes resplandeciendo con todas aquellas banderas de los lugares más diversos del mundo agitadas por la brisa atlántica, unas enseñas a las que se le debía haber sumado una más, la del orgullo de esta ciudad por lo vivido durante esa semana que podemos calificar como inolvidable. No es fácil hacer que una ciudad vibre al unísono, que sus vecinos se vean reconfortados por una invasión de deportistas que comparten su pasión con todos aquellos que les aplauden. Las calles y plazas de Pontevedra fueron un incomparable escenario, ya no sólo deportivo, sino también de una brillante organización y de una vitalidad que refrenda las cualidades de nuestro urbanismo como receptor de este tipo de eventos, pero también como catalizador para que el ser humano explote esa dimensión humana que tantas ciudades han ido perdiendo con las abundantes perversiones de nuestro tiempo.
Y a ese orgullo hay que sumarle el orgullo de que dos deportistas de nuestra ciudad, porque Javi Gómez Noya ya es más pontevedrés que el loro Ravachol, nos hayan emocionado durante su exitosa participación en la prueba reina de este evento deportivo. Campeón y subcampeón, junto a Saleta Castro, consiguieron que nuestra piel se estremeciera durante más de cinco intensas horas con el recital deportivo que ofrecieron en una prueba durísima, brutal, en la que cada uno de los deportistas que en ella participaron tienen un pellizco de heroicidad.



Publicado en Diario de Pontevedra 8/05/2019
Fotografía. Pablo Dapena y Javi Gómez Noya instantes después de cruzar la línea de meta (Rafa Fariña)


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