Dos excelentes
libros nos colocan en las orillas del franquismo, allí donde las
sombras dicen más que los propios protagonistas oficiales
Ellas y ellos no
tuvieron ningún protagonismo durante la larga noche de piedra del
franquismo. Pero muchas veces la historia se explica mucho mejor a
través de las sombras de aquellos que se movieron en sus márgenes,
allí donde el foco no se acostumbra a situar y a donde acuden ahora
dos extraordinarios escritores, Ignacio Martínez de Pisón y Clara
Usón para hacer de las vidas de dos personas un itinerario por esas
décadas de la historia de España.
Albert von Filek fue el
inventor de un supuesto combustible sintético con el que intentó
engañar al régimen de Franco para colocarle su fórmula mágica,
que no era más que extractos vegetales mezclados con agua del
Jarama. Sandra Mozarovski, una joven actriz del cine del destape,
estuvo vinculada con las altas esferas de la España de la
Transición, incluso se llegó a hablar de su supuesta relación con
el recién llegado al trono rey Juan Carlos I, tras su extraña y
nunca aclarada muerte. Ambos, el primero de la mano de Ignacio
Martínez de Pisón en ‘Filek. El estafador que engañó a Franco’,
y la segunda, en ‘El asesino tímido’ de Clara Usón, emergen en
el franquismo como dos fantasmas, como dos seres que intentaron hacer
carrera y vida en ese ambiente oscuro y lleno de entresijos en el que
uno podía quedar atrapado como un insecto a la espera de que llegase
la gran araña para envolverlo con su fúnebre hilo de seda.
Es curioso como el
destino, desde la editorial Seix Barral, une y pone en circulación
estos dos libros de dos escritores que nunca defraudan. Hagan la
prueba y cojan cualquiera de sus libros anteriores y saldrán
reconfortados de dos de las escrituras más serias de nuestro
paisanaje literario. Pero estos dos libros son mucho más que dos
historias personales, ya que por diferentes motivos se convierten en
la recreación de dos momentos claves del franquismo.
Con ‘Filek’ nos
encontramos con esas décadas brutales de la posguerra, donde los
prebostes del régimen buscaban posicionarse de cara a los años
siguientes y en el que las cárceles se convirtieron en un escenario
atroz. Con piel de novela el escritor zaragozano apuesta de manera
audaz más por un ensayo, lleno de investigación y documentación,
que se convierte en una ágil narrativa desde la que retratar aquel
tiempo a través de un personaje absolutamente increíble cuando uno
comienza a conocer y a progresar en su historia y sus propósitos. A
medida que pasan las páginas un caprichoso destino ve como es el
tenebrismo franquista el que hace sucumbir al personaje y el que
logra angustiarnos con su reclusión, no ya en una cárcel, sino en
un campo de concentración como el de Nanclares, que revela la
existencia de estos espacios en nuestro territorio todavía no del
todo estudiados.
‘El asesino tímido’
convierte a Clara Usón en una escritora dando un paso más allá,
como sucede siempre que un autor abre sus propias carnes para
conocerse y reconocerse. Y lo hace desde la audacia narrativa de
conjugar la vida de esa joven actriz en un ámbito turbio y lleno de
inquietudes con la vida de la propia escritora que no duda en mostrar
sus problemas de salud, de adicciones y recuperaciones, así como el
enfrentamiento con su propia madre. Un proceso de autodestrucción
con lúgubres compañeros de viaje como Wittgenstein, Camus o Pavese,
pero que emerge finalmente como un luminoso libro que busca alumbrar
a una escritora, pero también a una de esas historias, la de Sandra
Mozarovski que, como la de Filek, surgen bajo una dictadura y sus
grises fotografías, y a las que poner ahora luz es un valiente
ejercicio que nos coloca ante las sombras del franquismo.
Publicado en Diario de Pontevedra y El Progreso de Lugo 23/05/2018
Fotografía. Rafa Fariña
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