Se recupera con esta lectura el tono de
los grandes narradores americanos. Desde el mismísimo William Faulkner hasta
Juan Carlos Onetti, escritores distanciados geográficamente, pero que han
encontrado en el periodista y escritor colombiano, Hector Abad Faciolince, el
territorio intermedio, humano y físico, desde el que cristalizar ese vínculo
más que reconocido por el escritor argentino y el universo literario.
Como ellos, el autor de ‘La oculta’ crea
un relato de largo recorrido que se hunde en la construcción de una
civilización, aunque ésta se limite al ámbito familiar, pero que, por
extensión, se puede desarrollar al conjunto de un país, Colombia, con tantos y
tantos condicionantes a la hora de plantear su progreso como comunidad. ‘La
oculta’ es el nombre de una hacienda, una propiedad que, fundada por los
antepasados de los protagonistas, tres hermanos, formará parte de lo que supone
su tránsito vital. Un discurrir por la vida que aparecerá marcado de una u otra
manera por lo que sucede y lo que emerge en esa tierra a la que en mayor o
menor medida se verán ligados los tres.
La alternancia de esas tres historias
personales van generando un paisaje familiar en el que todo un conjunto de
personajes irán desfilando como parte de ese proceso constitutivo de un
territorio, pero también de las diferentes existencias de los protagonistas.
Cada uno de esos tres hermanos, dos mujeres y un hombre, responderá a tres
perfiles extraordinariamente bien definidos que permitirán trenzar sus
relaciones familiares con ascendentes y descendientes, conyugales o
profesionales a partir de esos caracteres.
De nuevo la memoria de Colombia
revisitada desde el universo literario, algo que ya había sucedido en una
novela que podríamos entender como una precuela de ésta, también a cargo de
Héctor Abad Faciolince y de nombre ‘El olvido que seremos’. El vigor narrativo
de aquella obra se mantiene aquí inalterable, mostrándonos así a un narrador
capaz en todo momento de evocar estos tiempos pretéritos y mundos fundacionales
y vincularlos con los hechos de hoy en día, pasando así de lo físico a lo
humano, de lo evocado a lo vivido, de lo legendario a lo real.
Un libro con varios corazones que se
tornan en uno solo, el corazón de esa tierra en la que uno nace y se considera
parte de ella a base a lágrimas y sonrisas, a momentos complicados y otros
felices, a las buenas y las malas cosas que las actitudes del ser humano
generan como parte de un proceso vivencial y formativo.
Como aquellos hijos que cargaron con el
ataúd de su madre o aquellos otros individuos que forjaron Santa María, los
protagonistas de ‘La Oculta’ portan el peso de una sociedad tradicional frente
a la que surge la rebeldía y la transgresión, entendidas como el reflejo de un
tiempo nuevo que clausura lo que fue su propio paraíso.
Publicado en Diario de Pontevedra y El Progreso de Lugo 14/06/2015
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