El periodista
gallego asume con valentía el reto de mantener a ‘Salvados’ como
una referencia del periodismo en la televisión
Gonzo y Rafa Cabeleira en 'Conversas na UVI' (David Freire) |
TENÍA
PENDIENTE, desde que a principios del mes de mayo se conoció que
Gonzo sería el sustituto de Jordi Évole en ‘Salvados’,
dedicarle unas palabras a uno de nuestros periodistas más brillantes
y que más me interesan en cuanto a su trabajo que, fielmente, sigo
en ‘El intermedio’. Ahora que las aguas electorales parecen
encauzarse y los periódicos recuperan el necesario ritmo cotidiano
es el momento de dejar patente la satisfacción por la elección del
periodista vigués, que no puede ser más acertada para suceder al
presentador de ‘Salvados’, tras once años de emisión en La
Sexta y de hacer de ese programa una especie de tabla de salvación
del periodismo. Hablo de un periodismo cada vez más escaso, basado
en perforar allí donde a muchos les da reparo acceder, aproximándose
a una realidad en la que la perspectiva de la vida cambia
sustancialmente en cuanto un periodista decide sumergirse en ella y
trasladarle al espectador o al lector ese paisaje humano.
Es indudable que Jordi
Évole lo ha hecho muy bien, que ha creado un estilo y hasta un modo
de hacer periodismo, pero no duden que Gonzo será capaz de gestionar
esa situación, a priori abrumadora, de manera acertada. Lo hemos
visto a lo largo de sus proyectos anteriores y durante los nueve años
que lleva al lado del inefable Wyoming proponiendo un ‘Salvados’
en miniatura, en pequeñas píldoras, en comparación con lo que será
un programa completo y presentado en solitario, pero desde las que
comprobamos que si hay quien puede recoger la bandera de ‘Salvados’
y ondearla de manera alegre ese es Gonzo. Su forma de afrontar temas
normalmente espinosos, su audacia a la hora de preguntar o el no
volverle la cara a ciertos invitados, hace de su persona el mejor de
los relevos posibles.
A Fernando González,
Gonzo, lo conocí durante unas horas cuando intervino en el ciclo
‘Conversas na UVI’, gracias a Rafa Cabeleira, con quien conversó
y quien lo invitó a participar en una charla para el recuerdo, en la
que se habló mucho de periodismo. Palabras que, a la vista de este
nuevo horizonte laboral, creo que no está de más recuperar para que
sepamos de sus intereses a la hora de ejercer una profesión tan
zapateada por tantos sectores. En aquella tarde, azuzado por el
punzante Cabeleira, Gonzo dejó frases como estas: «Yo aún creo en
esta profesión», «El periodismo es cada vez más necesario» o «La
autocensura es aún peor que la censura». Tres auténticos
manifiestos profesionales que nos permiten certificar cómo se va a
desenvolver nuestro paisano en el nuevo ‘Salvados’.
A ello debemos unirle
otro elemento que no siempre se considera en las alturas de la
repercusión pública: el factor humano. A Gonzo se le nota implicado
en sus reportajes y en su pasión por este trabajo, un voluntarismo
que fue el que le empujó a subirse a un avión en Madrid para venir
a Pontevedra y regresar inmediatamente después de dicho acto. Sin
pedir nada a cambio y asumiendo él mismo el coste de ese
desplazamiento. Aquí todavía le debemos una cena y a partir de la
próxima temporada del programa el agradecimiento por afrontar un
nuevo reto en este denostado oficio.
Publicado en Diario de Pontevedra 5/06/2019
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