Un instante del programa 'La Ventana' realizado el pasado viernes desde Pontevedra (Rafa Fariña) |
COMO
AQUELLA troupe de cómicos que inmortalizara en el cine Fernando
Fernán Gómez en ‘El viaje a ninguna parte’, hoy llega a
Pontevedra el equipo de La Ventana, con Carles Francino a la cabeza,
para hacer radio en directo, para abrir las tripas del transistor y
así poder comprobar de dónde sale eso que tantas veces escuchamos
de ‘la magia de la radio’.
Precisamente escribo
estas palabras en el Día Mundial de la Radio y hoy, Día de los
Enamorados, que sirvan estas palabras para confesar el amor eterno a
ese medio de comunicación, así como para evidenciar su importancia
en la vida de todos nosotros.
En mayor o menor medida
todos somos radio. Sus palabras a lo largo del tiempo se han ido
depositando en todos nosotros para ser algo a lo que ya es imposible
renunciar. Pocos entenderíamos el día a día sin su compañía de
la mañana a la noche, sin su caricia cuando nos encontramos a gusto
escuchando a alguien interesante, sin su obligada dosis de realismo
cuando la actualidad impone su contundencia o, simplemente,
entendiendo que sin su presencia todos estaríamos más sólos .
Pontevedra es radio y
lo es gracias a una emisora como Radio Pontevedra con más de 85 años
de existencia, y con dos premios Ondas, que forma parte de la vida de
la ciudad como lo puedan ser el Diario de Pontevedra o clubes
deportivos como el Pontevedra c.f. o el Teucro de balonmano, todos
ellos con historias y pasiones que se han ido sucediendo generación
tras generación. También gracias a periodistas como Susana Pedreira
que, desde los micrófonos de Onda Cero, realiza programas para toda
España desde sus estudios a las orillas del Lérez. ¡Brava!
La radio se ha ido
adhiriendo a cada uno de nosotros, año a año, mes a mes, día a
día, y así todos podríamos recuperar recuerdos radiofónicos para
entender cómo hemos ido creciendo junto a esos nombres que han sido
una compañía impagable y, tan importante debió ser, que todavía
en un día como el de hoy permanecen vigorosos en nuestra memoria. El
sabor del Cola-Cao mientras Iñaki Gabilondo ponía las luces en la
pista de despegue de cada día, las voces de sábado de Manolito
Gafotas en la boca de Elvira Lindo martilleando al joven resacoso,
los salvadores consejos literarios de Javier Rioyo renovados
actualmente por Benjamín Prado que hoy hablará frente a donde
García Lorca dejó escrito un soneto para la historia de esta
ciudad, las noches al cuidado de Carlos Llamas y la despedida
obligada de Josep Ramoneda que, al día siguiente, comentaba entre
imitaciones con Manuel Jabois en la redacción de este periódico,
siendo ahora precisamente el propio Jabois (¡qué orgullosos estamos
de ti, querido!) quien ocupa esa mítica atalaya. Esa es la magia de
la radio, el poder evocador de un espacio misterioso que cualquiera
de nosotros puede llegar a ocupar. Porque la radio es complicidad,
comunicación entre periodistas y oyentes cuyas voces se ligan en
las ondas.
En esta tarde podremos
ver que hay tras ese telón de tantos kilómetros entre los estudios
de la Cadena SER en la Gran Vía madrileña y nuestras casas. Un
programa que llevará Pontevedra a todos los rincones del país, pero
sobre todo llevará a una ciudad en la que la radio es parte esencial
de un ecosistema singular de leyendas y personajes que han hecho de
nuestras piedras verdeantes (que el ‘gran Isaías’ se apiade de
mi), del centelleo de nuestras camelias o de nuestros cielos,
inagotables en su variedad, el mejor estudio que alguien puede
imaginar para hacer radio. Aquí donde la radio es pura vida.
¡Bienvenidos!
Publicado en Diario de Pontevedra 14/02/2020
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