martes, 2 de abril de 2013

Sueños

Picasso pintó un sueño y ‘El sueño’ se acaba de subastar por 120 millones de euros; Manuel Fraga soñó más que con una ciudad con una metrópoli para la cultura y ¿ahora qué tenemos?, una molicie sin sentido, dos grandes buratos y un presidente lanzando salvavidas ciclópeos para intentar quitarle a este país del cuello la piedra del Gaiás; los fieles pontevedreses soñaban con sus procesiones, con sus Cristos y mantos de terciopelo acariciando calles y plazas, y se han encontrado con la pesadilla del único manto que tiene sentido en esta tierra verde, no por casualidad, sino por siglos de lluvia. Más sueños, los de aquellos que se encierran en ayuntamientos y llenan nuestras calles de pitidos y soflamas contra los que les guardaron su dinero para no devolvérselo jamás. Decían que eran preferentes y aquellos sueños de futuro ahora se han convertido en indolentes para quienes tienen la potestad y la obligación de devolverles lo que es suyo. Sueños de una Semana Santa que, como cantara Borges, son «un puro reposo de la mente» en estos días difusos entre lo laboral y lo festivo, entre el ocio y el negocio, entre la tierra y el cielo. El Borges de este nuevo Papa que sueña con la caridad de la Iglesia y el Evangelio como discurso y no como adorno. Una luz que seguir y con la que soñar, como soñamos nosotros con otra luz: la del sol.


Publicado en Diario de Pontevedra 30/03/2013

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