Qué placer recorrer durante unos minutos la exposición que Beatriz López
nos presenta en el Patronato de Turismo Rías Baixas hasta el 15 de noviembre.
Allí abajo, en esa especie de desván, se abre todo un imaginario visual y
narrativo a través de la interpretación que la autora hace de aquellos cuentos
infantiles, inolvidables para todos nosotros. Les aseguro que allí abajo todo
lo que sucede fuera de ese lugar queda detenido en el tiempo, sintiéndonos como
si hubiésemos atravesado una nueva dimensión que les fortalecerá. Es la
dimensión de los sueños. Pintando desde los sueños.
Debe ser precioso soñar
como sueña Beatriz López. Sueños que vemos convertidos en obras de arte, unos
cuadros en los que se vuelcan esos sueños convertidos en fragmentos de narraciones
infantiles. Son los sueños que surgen de los cuentos, de aquellos relatos que a
todos nos contaron cuando éramos pequeños y a los que muchas veces nos seguimos
sujetando como un columpio en el que balancearnos pausadamente cuando nuestra
vida, la de hoy, la de adultos, compone su vertiginoso ritmo. A ese columpio se
ha subido Beatriz López para tomar no un respiro, sino una inspiración, el
motivo para proponernos estas piezas absolutamente deliciosas y con las que
disfrutarán en su visita a una exposición sorprendente, a la que la autora ha
sabido conferir el ambiente necesario (no se pierdan esa cama de la que parece
brotar el misterio de toda esta exposición) para hacer del espectador una parte
más de sus obras. Un ambiente en el que, además de esa cama empleada como
soporte artístico, nos encontraremos diferentes guiños a cuentos y a sus
propios cuadros, confiriéndole a la exposición un latido mágico que envuelve al
visitante, en el que parece salpicarnos esa ballena blanca surgida de ‘ Moby
Dick’, o escuchamos la música de ‘ El flautista de Hamelín’, o casi tocamos las
largas trenzas de ‘ Rapunzel’, o nos sentimos atraídos por ese imán carmesí que
son los labios de la ‘ Bella durmiente’, o sentimos la caricia del viento que
sujeta las cometas de ‘ El principito’... y así podríamos seguir ante cada una
de esas imágenes hechas verdaderamente para soñar.
Un auténtico gozo, se lo
aseguro. Beatriz López muestra una destreza para el dibujo y la ilustración que
ya habíamos conocido cuando nos llevó hasta África con su última exposición en
Pontevedra, de la que aquí también hay algún recordatorio a través de la
interpretación de relatos e historias vinculadas con ese continente. Allí
descubrimos su capacidad para el dibujo, virtud a la que ahora añade la imaginación
y fascinación que todos sentimos por este tipo de literatura y que no hace más
que agrandar las perspectivas de esta mujer inagotable en su capacidad por
transportarnos a territorios sugerentes, como lo pudo ser el continente
africano antes, y ahora el universo de los cuentos infantiles. Cuando lean esto
no quedarán demasiados días para poder visitar la exposición, les recomiendo
que lo hagan, llévense a sus hijos y vean con ellos cómo las narraciones
infantiles son una inmejorable inspiración, no solo para el arte, sino para el
propio ser humano.
Publicado en Revista. Diario de Pontevedra 10/11/2013
Fotografías: Javier Cervera-Mercadillo
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