DE
POCAS personas me estoy acordando más durante estos días de desasosiego que de
José Luis Cuerda. ¿Qué pensaría de todo esto que nos está ocurriendo? ¿Cómo le
atizaría a nuestros políticos ante el espectáculo que nos están ofreciendo?
¿Qué guion distópico se le podría agitar en el interior de su cabeza?
Igualmente echo de menos sus tweets, tan brillantes desde su aparente
sencillez, convertidos en dardos envenenados contra todo aquello que le indignase,
y que se alejaban tanto desde su forma y fondo del erial de odio y ponzoña en
que se está convirtiendo esa red social de la que él era tan devoto.
Pero
los que somos devotos de José Luis Cuerda tenemos mucha suerte, ya que podemos
recrearnos durante estos días de encierro con sus películas, pero también con
varios de sus textos publicados por la editorial Pepitas de Calabaza. Hasta
cinco títulos podemos encontrar en su catálogo firmados por el albaceteño, a lo
que se le une el prólogo del libro ‘Gracias y desgracias del ojo del culo’ de
Francisco de Quevedo. Los textos de su autoría son: ‘Amanece, que no es poco
(la serie)’, ‘Me noto muy cambiá’, ‘Tiempo después’, ‘Amanece, que no es poco’
y su libro de memorias, ‘Memorias fritas’, publicado pocos meses antes de su
muerte en febrero de este mismo año. Pero sí algo somos los devotos de José
Luis Cuerda es amanecistas, fieles seguidores de esa película que cuando la ves
te sacude la cabeza y te quita muchas tonterías de encima, y que cuando la
vuelves a ver dices: «pero este tío es un genio», y que cuando la ves por
tercera vez las carcajadas continúan siendo las mismas, sino más, que cuando la
viste por primera vez.
Pues
para todos nosotros esta editorial, por supuesto, sumamente amanecista, nos
propone el volumen ‘Amanece, que no es poco’. Un libro que, editado en 2013, ha
tenido que poner la imprenta a funcionar en febrero para presentarnos una nueva
edición de este compendio de todo lo que rodea al mítico film, desde el guion
original, no el definitivo, esto es, con varias secuencias que finalmente no
fueron rodadas, y con apuntes del propio director, con material fotográfico a
cargo de Felipe López, con un prólogo del propio José Luis Cuerda, y hasta un
texto con el que presentaba ante Televisión Española la posibilidad de una
serie similar al producto cinematográfico final.
Tras
las negativas a ese presuntamente disparatado proyecto televisivo y la
posterior confirmación de que ‘Amanece, que no es poco’ sería una película, es
cuando José Luis Cuerda hace esa producción un gratificante ejercicio de
libertad personal como no había podido realizar hasta el momento. Una carta
blanca que le permitió basarse en el universo íntimo de un pueblo de Albacete
para generar un mundo propio, que va más allá de lo surreal y se convierte en
lo surrural. Una perturbación del orden lógico de las cosas adaptado a la
visión de este hombre que tan inteligente era que hasta escogió Galicia para
pasar buena parte del año. ¡Y haciendo vino!, lo dicho, un genio.
Aprovechen
durante estos días y súbanse junto a Resines y Luis Ciges en este viaje por un
ecosistema de hombres plantados en la tierra, de elecciones anuales para elegir
desde al alcalde del pueblo hasta la puta, de devotos faulknerianos, de curas
ovacionados y de extraños amaneceres. Este sindiós que estamos viviendo en
nuestras ciudades nos concede en ocasiones esa sensación de perturbación, de no
encontrarnos allí donde realmente estamos cómodos. Una sensación de irrealidad
que también subyace en esta película que le quiere ganar el pulso a la realidad
a través del ingenio y del humor.
En
estos tiempos complicados acudir a ese ingenio y a ese humor de José Luis
Cuerda los convierten en unos magníficos ingredientes para medirnos ante la
gravedad de esta situación. Con este libro a nuestro lado descubriremos muchas
de las claves de la película, y podremos conocer muchas de las reflexiones que
el director quería provocar en los espectadores a través de esa delirante
colmena de personajes, muchos de ellos ya inolvidables en nuestro cine, con los
que poder gozar durante nuestro confinamiento, hasta que de una vez por todas
se acabe este sindiós en el que estamos metidos.
Publicado en Diario de Pontevedra 01/04/2020
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